12

2.2K 193 46
                                    

En cuanto Pancho llegó a recoger a sus hijos, Temo le pidió permiso para salir con Aristóteles por la tarde. El mayor aceptó y se extrañó un poco al ver la emoción de su hijo al recibir un sí como respuesta.

Temo rápido le confirmó a Aristóteles su asistencia y se despidió de él.

Los López llegaron a su casa y los menores corrieron a cambiarse mientras Pancho servía la comida, el mayor se cuestionaba la conexión tan fuerte que Temo tenía con Aristóteles en tan poco tiempo. Sabía que lo había conocido en el campamento pero durante los meses que no se vieron no tuvieron contacto, lo sabía porque de ser así, Temo se lo hubiera contado.

Hizo una mueca y dejo el tema de lado, no importaba mucho lo que significaba esa amistad, Temo se veía feliz y eso era lo que a él le importaba.

Los López tuvieron una comida agradable, después Pancho tuvo que salir por trabajo pero le prometió a su hijo llegar temprano para que el pudiera salir con su amigo.

Temo ayudó a sus hermanos con sus tareas y también hizo las suyas mientras hablaba con Diego por mensajes.

Cuando la tarde llegó mandó a sus hermanos a ver televisión y el fue a su cuarto a decidir qué ponerse.

Pasó una hora decidiendo, se metió a bañar en lo que su papá llegaba, faltaba una hora para que Ari llegara por él y esperaba que su papá pudiera llegar antes.

Y no es que Pancho no cumpliera lo que prometía, el era de los padres que siempre tenían como prioridades a sus hijos, pero Temo sabía cómo era el trabajo empresarial y su papá quería dejar todo en orden para retirarse tranquilo y disfrutar a sus hijos.

El castaño terminaba de arreglar su cabello cuando escucho la voz de su padre avisando que había llegado. Sonrio y salio de su cuarto para saludarlo.

-Miren nomas' al temochas.-Dijo pancho al ver a su hijo.-¿A donde tan perfumado? ¡Ay ya se! Tu y el Aris van a buscar alguna florecita oaxaqueña.

Temo se sonrojó y negó rápidamente moviendo la cabeza.

-No papancho, Aris tiene una sesión de fotos y no quiero dar mala impresión en su trabajo.

-¡Ah caramba! ¿Y el aristófanes de que la hace o que?.

-Es modelo.-Respondió Temo con una sonrisa y lleno de orgullo.

-También canta muy bonito.-Hablo Lupita desde el comedor.-¿Verdad Temo?.

-Si, tiene mucho talento.-Temo miró a su padre.-Y muy buena persona.

Pancho frunció el ceño y asintió.

-Admiras mucho al Aristoteles ¿Verdad mijo'?.

Temo guardó silencio unos segundos, pensó en su decisión y miró a su papá.

-Si… Aristóteles es diferente al resto de los chicos de mi edad.

Pancho observó detenidamente a su hijo, sabía que algo pasaba. Estaba seguro que no era algo malo, pero si algo de lo que tenía que estar al tanto.

-A mi tambien me parece un buen muchacho.- Habló el mayor.- Y me agrada mucho que te rodees de buenas compañías.

Temo estaba por responder cuando el timbre sonó, Aristóteles había llegado. El Castaño sonrió y corrió a abrir la puerta.

Aristóteles estaba escribiendo algo en su celular, seguro en sus redes sociales, al escuchar la puerta abrirse levantó la mirada y sonrió al ver a su amigo.

El rizado se perdió por unos segundos al vet a Temo, el cual lucía demasiado bien.

-Ahora no estoy muy seguro de querer que me acompañes.-Dijo Córcega sin dejar de sonreír, haciendo que Temo lo mirara confundido.-Te ves tan guapo que podrías quitarme el trabajo.

POLAROID ·ARISTEMO·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora