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Audifaz estaba muy molesto, miraba a su hijo de una forma que haría llorar a cualquiera. Pero Aristóteles no le tomaba importancia, había recibido esa mirada en muchas ocasiones y esta vez sentía que valía la pena recibirla.

-No lo puedo creer Aristóteles, ¿Tú peleando a media escuela?. Crei que habias cambiado, que ya no ibas hacerme quedar en vergüenza.- Audifaz hablaba sin importarle que la directora, el entrenador, Ben, Temo y Pancho estuvieran presentes.

El castaño quiso decir algo para defender a su rizado pero su papá no lo dejo.

-Señor Córcega,- Intervino el entrenador.- Aristóteles actuó así por defender a su compañero.

-¿Defenderlo de que?.

-Ben lo estaba insultando.-Explicó el Córcega menor.

-¿Porque?.- Hablo Audifaz en tono molesto.-¿Acaso no se puede defender el solo?.

El castaño miro a Ari. Vio como apretaba sus puños con demasiada fuerza y tenía la mirada clavada en el suelo, su respiración era agitada y su expresión era realmente intimidante. Tomo aire y miró al padre del rizado, no diría que Ari lo defendió porque probablemente los vieron a punto de besarse, ni lo loco lo haría.

-Porque soy gay.- Dijo firmemente.

-Y estabas con Arist…-Ben intentando hablar pero Temo lo interrumpió.

-Y no me avergüenza decirlo.

Aristóteles miro a Temo, en sus ojos se veía un brillo peculiar, a pesar de estar molesto sentía orgullo de que Temo fuera tan valiente. El rizado noto como Pancho ponía sus manos sobre los hombros de su hijo en señal de apoyo.

-Mi hijo es gay,-Hablo el mayor de los López.- Y no veo motivo para que este chico lo ofenda.

El rostro de Audifaz se lleno de desprecio y miró fijamente a los López.

-No puedo creer que provocaste semejante escándalo por este anormal- Audifaz miró a su hijo.- Aristóteles mírame cuando te hablo.

El rizado lo ignoró, estaba tan concentrado en no perder el control que no me percato de la expresión de Temo.

-Mi hijo no es ningún anormal- Pancho respondió molesto.

-Claro que lo es, ser gay está en contra de lo natural. Usted, señor López, no debería aceptar esas desviaciones.

Cuauhtémoc busco la mirada de Aristóteles, pero al cruzar las miradas, prefirió no haberlo hecho. Las lágrimas caían por las mejillas del rizado, Temo no entendía si era por el enojo o por lo que Audifaz decía. Quiso tomarlo de la mano pero se contuvo, no quería que Ari tuviera más problemas por su culpa.

-Lo que va encontra de la natural es darle la espalda a los hijos- Pancho encaró al Córcega mayor- Yo amo a mi hijo lo voy a defender y apoyar siempre.

-Si es lo que usted quiere está perfecto, pero yo no voy a permitir que mi Aristóteles se vea influenciado por esas malas mañas. Aristóteles te prohibo que te vuelvas a juntar con este…- Audifaz miró de arriba a bajo a Temo.- Con este jovencito.

Los ojos de Temo se llenaron de lágrimas, él sabía que Aristóteles haría todo lo que su padre le pidiera para hacerlo feliz y era seguro que lo obedeciera.

Busco nuevamente la  mirada del rizado pero Ari la desvió.

-No.- Dijo con voz firme y se puso de pie frente a su padre.-Tu no puedes prohibirme con quien estar o no.

-Claro que puedo, soy tu padre.

-Pero no vas hacer que deje de ser amigo de Temo.

-¿Que dijiste Aristóteles?.

POLAROID ·ARISTEMO·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora