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Temo bailaba por toda su habitación mientras limpiaba una de sus cámaras y su canción favorita sonaba por sus audífonos. Movía sus caderas con exactitud dejándose llevar por la emoción, dio una vuelta y siguió su baile sin percatarse de la presencia del chico rizado.

Aristóteles sonreía al ver a su novio tan perdido en su mundo, sonriendo y disfrutando de la música, se aseguro de capturar esa imagen en la mente y guardarla como uno de sus más valiosos recuerdos. Se alejó de la puerta miro por el pasillo para asegurarse de que su suegro no estuviera cerca, camino hacia Temo en silencio y lo abrazo por espalda.

El castaño se sobresaltó pero al reconocer el aroma de su novio dejo la cámara sobre la cama y se dio la vuelta para mirar al rizado, sin deshacer el abrazo. Aristóteles le dio un beso en la frente y tomó uno de los audífonos para colocarselo, el ritmo de la música era bueno pero la letra era en inglés, no era el tipo de música que el chico escuchaba. 

La canción terminó y una una tonada lenta llegó a los oídos de los chicos. Temo llevo sus brazos a al cuello del rizado y hablo en voz baja.

-¿Me concede esta pieza, joven Córcega? 

-Lo siento, pero yo no sé bailar pegado. Puedo lastimarlo

Temo sonrió y recargo la cabeza en el pecho del rizado, justo donde podía escuchar su corazón.

-Correré el riesgo

Ari soltó una risa y rodeo la cintura de Temo con sus manos y trato de seguir el ritmo.

Todo parecía ir bien, ambos chicos se sentían en las nubes, estaban disfrutando el momento hasta que después de una vuelta, Aristóteles perdió el paso y terminó pisando a Temo un par de veces. El chico se disculpó pero Temo solo reía y lo callaba con un beso.

-¿Cómo es posible que seas tan malo para bailar canciones lentas? -Hablo Temo sin dejar de bailar- Si las cumbias y tus canciones las bailas muy bien

Aristóteles bajo la mirada para verlo y se encogió de hombros.

-No se, pero te aseguro que aprenderé... Me gusta estar así contigo 

Cuauhtémoc levantó la mirada y sus ojos se encontraron con los de rizado.

-A mi igual- Murmuró.

Ari sonrió y sin dejar de ver los ojos de su novio se fue acercando lentamente. Temo quedó hipnotizado en los ojos de Aristóteles, recordando la vez que lo vio por primera vez. Cuando sus labios se unieron ambos cerraron los ojos, perdiéndose en el momento. 

Si a Aristóteles le preguntarán ¿Lo que es besar a Temo? Respondería que es magia, la sensación de tan solo rozar los labios del castaño lo hacían sentir tan en paz y feliz, su corazón se acelera y sus piernas tiemblan, sus sentidos se nublan pero no lo asusta, porque con Temo se siente seguro. 

Temo fue quien finalizó el beso al recordar que estaban en su casa y su papá podría descubrirlos. Ambos chicos sonrieron y Aristóteles acarició la mejilla de Temo.

-Siento que te...

-¡Chiflando y aplaudiendo! -La voz de Julio interrumpió al rizado y sobresalto a los chicos.

-¡Julio! -Hablo Lupita- no tenias que asustarlos.

-No hay problema Lupita- Habló el rizado nervioso- No estábamos haciendo nada malo ¿verdad Temo?... 

-Aja -Temo respondió confundido y sin dejar de mirar al rizado, sus hermanos y novio lo miraron aún más confundidos.

-¿Estas bien hermano? 

POLAROID ·ARISTEMO·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora