POEMA VI ¡Yo también lloré!

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Debería rimar lo que impregno
con mis desaseados dedos.
Expulsaré todo lo que pienso respecto a ello.

¿Quién se creen que soy yo?
¡Adivina no soy!

Es cruel el retornar
para solo hacerme llorar

¡Basta de este perfecto juego!

Yo también siento,
yo también me lamento.
Todavía cargo mis propios tormentos.

Debería rimar todo lo que escribo
en este estado de sueño.
¡No!, no me importa lo que brote
producto de este sentimiento.

Gritaré todo lo que oprimo dentro,
Todo el incendio que encierro...
Y que, desde hace tiempo,
nadie se atreve a sofocar su fuego.

¡Luna!, ¡me has mentido esta noche!

Dijiste que nunca volvería,
que ya de todo se olvidaría.

¿Quién creen que soy yo?

Yo también lloro,
yo también sufro.

Y mi necio corazón...


como flor en plena primavera,
brota sus esperanzas,
que en una noche fría como ésta,
se ocultó tristemente de aquellos
que en verdad la amaban.

¡Les ordenó detenerse!

No dejaré que pierda la dignidad,
no dejaré que riegue lágrimas
en jardines que no la merecen.

Se acabó los días de debilidad,
aquellas noches de magulla,
llenas de reprochables lamentos

¿Quién se creen que soy yo?

¡Adivina no soy!

¡Luna!,

estoy disgustada con usted,
en esta helada noche.

Dijiste que nunca más aparecería,
Menos mal que mi cerebro
brotó un declaro de duda.

Se cerró el ciclo de la depresión,
de la maligna laguna de fragilidad.

Debería rimar,
pero solo me importa gritar.

¡Yo también Sufrí!
¡Tuve días completos de tempestad!
Ahora merezco pensar solo en mi tranquilidad.

GRITOS CANTADOSWhere stories live. Discover now