Mi madre se fue a comprar mi torta de cumpleaños.
Mi sonrisa cambió a una más grande.
Y es que al fin podré disfrutar de mi santo.
Caminaba de regreso a mi cuarto.
En el proceso, mi corazón se detiene de inmediato.
"Es muy malo".
"Debería irse y nunca, nunca volver".
Se me escapa una lágrima de los ojos.
_ Pequeña, ven.
No me acercaría jamás por propia voluntad.
Corrí de inmediato al baño, único espacio que tenía una puerta.
Mis manos fueron de prisa a mi rostro,
comencé a refregar mis ojos con sollozos.
_ Fanny, ven o te castigaré esta noche.
"Tengo miedo"
Imagino los días que mamá me enseñaba las tareas.
Recuerdo ver a un hombre alto sentado a mi lado,
observando cómo me las explicaba ella.
Esos días fueron agradables, eran normales.
Pero un día, ya no volvió más.
Su asiento días estuvo vacío;
meses después, alejado de la mesa permanecía.
Mi madre comenzó a perder la paciencia cuando las clases no entendía.
Siempre tuve miedo por las tardes,
sabía que recibiría pellizcones de ella.
No supe quién fue, dónde fue y si algún día volverá.
Parecía ser mi papá,
Pero recordé que él ya de nosotros se empeñó en olvidar.
Eso me dijo mamá.
Hoy, ese hombre,
quien dice ser mi tío,
ocupa su lugar.
Inclino la cabeza y lloro.
Las lágrimas que escapan de mí no es a causa de una muñeca,
por falta de comida,
un grito o,
golpe de mamá.
Estas aguas saladas se intensifican más
Con el correr de las fechas.
"Mateo", ¿cuándo volverá tu madre a colocar en tu lonchera, un huevo sancochado?
Dios que estas en los cielos, tengo miedo.
¿Dónde estás? ¿Es así como he de esperar?
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GRITOS CANTADOS
PoetryLas palabras son solo palabras. Tú tienes el poder de unirlas y darle un mismo sentido, hacerlas de tu historia en un canto profundo, en vez de gritos.
