DANGEROUS TEMPTATION camren

DANGEROUS TEMPTATION

Para ustedes a quienes amo...

Todo mi cuerpo está envuelto en un hermoso vestido rojo, perfecto para la ocasión según el modista. Oigo que la puerta abrirse, veo por medio del espejo de cuerpo entero que mi madre me sonríe en el umbral de la puerta, y yo se la devuelvo, es la primera vez que lo hace hoy.

-Te ves preciosa Lauren – Creo que lo dice sinceramente, no se acerca, sigue detrás de mí.
Trago tan pesado, tengo un nudo en mi estómago, pero le digo un gracias amable y ella deja una caja rectangular en mi cama y se retira, no sin antes decirme que me lo coloque y que baje. No me dio nada por mi pasado cumpleaños, pero dice que lo compensa con esto. Es una cadena color ámbar brillante.

Me encontraba en un especie de trance tratando de relajar mi mente lo mejor posible, repitiendo que era como chascar los dedos y desaparecer, pero esta vez de verdad y con cierto miedo ahora que no tenia otra opción. Rápidamente con mi pulso temblante, pero a la vez firme por la ansiedad meto toda la ropa que creo que voy a necesitar, la cierro y marco el número de Verónica.
- Esta listo, lo lanzo por la ventana, que alguien venga a recogerlo…. Y otra cosa ¿El frasco?
- Hecho. – cuelgo.
Tenia los pelos de punta, un corazón palpitante tan erráticamente que se me cerraba la garganta, baje y tenia ojos severos en mí, tanto que solo me acomode en los asientos traseros y el chofer conducía con todos en silencio. Mis ojos pasaron a admirar de lejos la residencia y las luces de todo Miami, soltaba suspiros atorados y entrecortados, mis manos instintivamente se posaban en mis labios, piernas y por último la cadena. Habíamos llegado y ni siquiera había sentido el camino. Solo reaccioné cuando no vi nada más que el oscuro verde de los árboles, matorrales y la solitaria carretera que se perdía en una sola dirección.
Frente a mí se encontraba un salón enorme, iluminado con resplandecientes luces y antorchas a los lados, apiladas en fila hasta el final del camino, hombres vestidos de negro de la cabeza a los pies y no mentía, tenían antifaces que les cubría el rostro. Nosotros avanzábamos junto con Las presencias que nos saludaran por ahí. Más especifico los amigos de mis padres, todos en multitud al entrar vestían con caras prendas, ninguno salía de los estándares impuestos. Quiero decir, el ambiente estaba impregnado de perfume, sonrisas y el chillido de copas con champán, me ahogaban, pero muy a mi pesar yo pertenecía aquí, sin aminos dibuje una sonrisa y me separe de ellos para buscar a todas con una copa entre mis dedos.

Visualice a Verónica que corrió abrazarme, me llevo a un rincón para poder darme el frasco, pero de inmediato lo escondí por la llegada de Dinah y Normani que caminaban en nuestra dirección.
-Allí esta Lucy, Vero.
Esta se sonrojo, pero se acomodó el cabello algo nerviosa antes de ir a su encuentro.  -Todas saben que hacer, venga, dispérsense. Bebi todo el líquido y lo deje estar, cuidadosamente vagaba por el centro del salón hasta llegar a los pasillos que buscábamos.
-Lauren … Por fin llegas. – Es Alexa la que oigo. Viene a mi con su caminar elegante y me besa en la mejilla, siento tanto lo que estaba por hacerle. Hoy es la subasta de la pintura que posee su familia, está aquí. De repente por el rabillo del ojo veo la figura de la chica más hermosa, la morena que ocupa mis pensamientos, dando pasos decididos, toda ella en un vestido palo de rosa. Su cabello ondeando tras su espalda, su impecable maquillaje y esa sonrisa que me ilumina mi corazón. Nos mira. Parece molesta, pero nos sonríe y se marcha con las demás chicas que la llevan hacia el pasillo - ¡ESTO VA A EMPEZAR! Grita y me lleva con ella a sentarme, pero la detengo. -Iré al tocador, ya regreso.

Sali corriendo y me dirijo al pasillo donde escucho los pasos rápidos de las chicas, me hacen señas y tomo mi vestido como todas ellas a los lados de mi y hago puños la tela para correr más rápido.
-Es aquí – Dice Lucy y subimos las escaleras para entrar a la habitación. Pongo el seguro y nos encontramos en la oscuridad. Escucho que la música de viento a parado y la vos del presentador hace estruendo apenas audible.