I just wanna keep on loving you

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Shiro despertó en una habitación de un hospital. Había llegado en la noche después de un desmayo, según decía el reporte, y el personal del hospital estaba sorprendido por su súbita reaparición.

Había estado pedido por tres años y no recordaba nada de lo que había pasado. Pasó mucho tiempo recuperándose, no por el desmayo sino su memoria. No pudo recuperar sus recuerdos pero al menos podía adaptarse a las exigencias de la vida cotidiana.

Shiro había terminado su carrera en Garrison y lo recibieron con gusto para seguir con ellos. Volvió a encontrarse con Matt pero no recordaba nada del encuentro en una fiesta que había descrito. Shiro le contó del accidente en el que había estado, tal vez eso formaba parte de los recuerdos que se habían ido.

Shiro se concentró por completo en sus actividades en Garrison.

*

Cuando los días habían pasado como agua entre sus manos y Keith había despejado su mente, había pasado todo un año. No volvió a ser asaltado por los recuerdos, ni siquiera por la presencia de algún ente. Visitaba más seguido a su padre e incluso pasaba tiempo con Krolia. Keith no perdía las esperanzas de verlo de nuevo, de encontrárselo. Sin embargo nada parecía cambiar.

—Un capuccino alto, por favor.

Keith se encontraba pagando en la caja de aquella cafetería cercana al campus, era temprano en la mañana, ya había llegado el invierno. Las clases habían comenzado hace muy poco y no podía empezar su día sin su café. Se había mudado de los dormitorios a un pequeño departamento cerca del campus. Aun veía a sus ex compañeros de preparatoria, incluso al remilgado Griffin que ahora era menos que un amigo pero más que un conocido.

Cuando su café estuvo listo, caminó hacia una de las mesas más alejadas, la ventana de junto estaba ligeramente empañada por el calor de la calefacción y el frío afuera, el día estaba nublado.

Keith se sentó en uno de los amplios sillones, apoyando el café en la mesa junto a un enorme sandwich de queso. Se acomodó el cabello fuera de la bufanda que llevaba, apresurándose a sacar su cuaderno desde dentro del estuche que llevaba bajo el brazo.

*

El frío de su segundo año como miembro del cuerpo académico de Garrison comenzaba a sentirse estable. Matt también había conseguido un puesto y se encontraban muchas veces durante los almuerzos.

Esta última semana, Shiro había estado muy ocupado. Le habían asignado un par de clases y las revisiones exigían mucho de su tiempo y estaba de verdad cansado. En estos años había terminado por depender del café, gracias a Matt y los horarios de Garrison.

Como de costumbre, esa mañana atravesó el campus para llegar a la cafetería, era más temprano que las otras veces pero de verdad necesitaba un café. Entró envuelto en su abrigo y apenas cruzó la puerta estornudó y ocupó su lugar en la fila.

—Buenos días. Un macha latte alto, por favor.

—Enseguida lo llamamos.

—Gracias.

Shiro tomó un asiento en una de las mesas cerca de la barra. El café se sentía acogedor como de costumbre, la calefacción de verdad hacía agradables las cosas y la música también lo relajaba. Se sentía bien después de tanto estrés.

*

La música en el ambiente era relajante, Keith se perdió en la melodía que escuchaba, recordaba la letra de esa canción.

When I said that I love you,I meant that I'll love you forever...

La música sonaba melancólica en el fondo. Keith recordó aquello profundamente. Cómo había besado a Shiro en la fiesta, cómo había sentido su alma fundirse con la de él en ese instante.

Del latín "incubare"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora