Cada palabra que digo es en serio

100 16 1
                                    


**Sexo Explícito**


El más bajo tomó su mano, caminando a su lado pisando las hojas y ramas creando un sonido natural que seguía siendo pequeño en comparación con todo lo que ocurría en el espacio alrededor de ellos. Keith seguía pensando en lo que acababa de pasarle.

Si era real lo que había visto, entonces Shiro no le había contado todo acerca de cómo habían sucedido las cosas con Adam.

—Shiro, ven—llamó, llevándolo hasta una zona más poblada de árboles. Allí, lo miró fijamente.

*

Shiro caminó con él, mirando como los árboles volvían a llenar el camino y a hacer los espacios más cerrados. Era más fresco, pero también debía caminar más cerca de Keith y eso evitaría que se sintiera incómodo.

Miraba alrededor, de nuevo interesado en el espacio alrededor. Keith caminó con seguridad hasta un sitio donde pararon otra vez. Shiro volvió a mirarlo frente a él después de un rato. Tenía enredadas algunas hojas y ramas en sus cuernos. Sonreía, la vista de Keith frente a él lo tranquilizaba muy fácilmente.

*

—A ver... Ven—Llamó, sonriéndole con suavidad. Se estiró para quitarle aquellas ramas de sus cuernos. Keith sentía su corazón latir de prisa, ver el rostro de Shiro siempre lo emocionaba.

*

Shiro se acercó riendo, ayudó a Keith a alcanzar sus cuernos, levantándolo de la cintura.

—No me molestan pero gracias...

*

Cuando Keith terminó, su cuerpo quedó pegado al de Shiro. Esas enormes manos en su cintura sosteniéndolo sin titubear. Se sentía tan pequeño, tan sumamente minúsculo entre esas manos. Sentía los pulgares apretar su vientre.

—Shiro...

*

Shiro no lo bajó, lo dejó ahí, cerca de él y tomando su calor. Estaba quieto, tan pequeño y vulnerable como siempre.

Shiro besó su mejilla.

— ¿Sí, Keith?

*

Keith lo sujetó de los cuernos, acariciando su cabeza. Lo giró suavemente, besando su boca con hambre, casi desesperado.

*

Cerró los ojos cuando Keith comenzó a tocar sus cuernos. Recibió el beso con gusto, estrujando a Keith y aportando para profundizarlo.

—Me encantas, Keith... —Shiro murmuró lamiéndose los labios antes de besarlo otra vez.

*

—Shiro... —Susurró, cerrando los ojos. Seguía su beso aún suspendido en el aire.

Sentía su vientre cosquillear, justo a la altura de la marca.

*

Shiro sostuvo su cintura con una mano y acariciaba su cabeza con la otra. Mantenía a Keith tan cerca como podía y lo besaba justo como quería. Siempre se sentía bien con él.

*

Los besos se hicieron más y más fogosos, el más joven temblaba.

Del latín "incubare"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora