Se quedó callado mirándome fijamente, volví a mirar las heridas de su cuerpo las cuales parecían algo así como arañazos y mordiscos.
- Debo irme -dijo de golpe.
- ¿Vendrás mañana?
- Sí
- ¿Me lo prometes?
- Yo no prometo nada, sólo cumplo lo que digo.
- Paulo -lo llamé.
- ¿Qué?
- Te extraño -susurré levemente.
Levanté mi mano y la apoyé sobre el espejo justo en su pecho, pero sabía que no podía tocarlo.
- Hasta mañana preciosa -me dijo y desapareció.
Alguien tocó la puerta del baño, me acomodé un poco y decidí salir. Era uno de los camareros.
- ¿Sucede algo? -le pregunté.
- No, nada señorita sólo que el señor que venía con usted me pidió que le dijera que lo perdonara pero que se tenía que ir -me dijo y fruncí el ceño.
-¿Qué?
- Sí, me dejó esta nota para usted -dijo y me entregó un papel.
Tomé el papel y el camarero se fue.
¿Por qué se habrá ido así? ¿Habré tardado mucho?
Sin seguir dándole vueltas al asunto abrí el papel.
Siento haberme ido así Lauren pero llamó mi madre, mi hermana Clara está muy mal, la internaron de urgencia. Luego te llamo para contarte todo con detalles, lo siento de verdad. No quería que esto quedara así, sabes que te quiero mucho y que me encanta estar contigo.
Hablamos otro día bonita.
Con cariño, Tyler.¡Oh dios!
Espero que Paulo no tenga nada que ver con esto porque si llega a ser así y a la hermana de Tyler le sucede algo, el señor Diablo va a conocerme.
Tomé mi abrigo y salí de aquel restaurante, todo había sido un desastre y lo mejor era volver a casa.
¿En qué problema me metí?
Debí escuchar a mi amiga cuando me dijo que no subestimara a lo que no conocía. Debí retractarme de mis palabras, pero si lo hubiese hecho tal vez jamás hubiese conocido a Paulo.
Una fría brisa subió por mi espalda mientras caminaba por la calle haciendo que mi piel se herizase por completo. No era un frío normal, era un frío extraño, nunca había sentido algo así.
- Tranquila no te asustes -me dijo y mi corazón casi se salió de lugar cuando una mujer se paró frente a mí- Lo siento no quise asustarte.
La miré bien, era una mujer alta de cabellos negros con ojos azulados y piel blanca como la nieve. Comencé a temblar levemente, era un frío horrible.
Recordé las palabras de Paulo: "Aaliyah es inofensiva cuando no está en horas de trabajo y no es siniestra y esas cosas. Te sorprendería lo linda que es, lo único es que hace un poco más de frío cuando ella está"
- ¿Aaliyah?
- Se nota que Paulo te ha hablado de mí -me dijo sonriente.
La miré sin poder creerlo, tengo a la muerte frente a mí. Esto no era posible, retrocedí unos pasos y ella rió por lo bajo.
- Tranquila Lauren, no voy a hacerte daño. No estoy en horas de trabajo y además a ti te falta todavía.
- ¿Qué.. que haces aquí entonces?
- ¿Por qué no vamos a tu casa o a otro lado? No creo que quieras que te vean hablando con la nada en medio de la calle.
- ¿Con la nada?
- Yo tengo el poder de hacer que sólo la persona que yo quiera me vea y en este caso tú eres la única que lo está haciendo.
Asentí levemente y comenzamos a caminar.
El molesto frío aún no se había ido de mí. La miré de costado, Paulo tenía razón, ella no es siniestra ni nada de esas cosas. Es más, es muy bella y si la miras bien es algo parecida a Paulo.
Llegamos a mi apartamento y una vez dentro le pregunté si quería algo de tomar a lo que me dijo que no, por lo que nos sentamos en el sillón directamente.
- ¿Qué pasó? -le pregunté luego de unos segundos de silencio. Ella acomodó su garganta y miró a su alrededor.
- Si mi hermano se llega a enterar de que vine a verte se enojará mucho conmigo y será capaz de no hablarme por un millón de años -dijo haciéndonos reír a ambas.
- Tranquila yo no le diré nada.
- Estoy preocupada por Paulo -dijo finalmente y fruncí el ceño.
- ¿Por qué?
- Mi hermano es el Diablo Lauren, jamás ha conocido lo que es el amor y jamás se ha preocupado por alguien que no sea él. Bueno tal vez sí, cuando nací yo, pero a lo que me refiero es que nunca lo había visto tan perturbado.
- ¿Quieres decir que él tal vez esté mal por mi culpa? -le pregunté.
- No, no por tu culpa -dijo y se acercó un poco más a mí para bajar la voz- Creo que has despertado algo dentro de él, algo que esconde y por lo cuál está confundido.
- ¿Qué tengo que hacer?
- Sabes que ha hecho un pacto con el creador ¿verdad?
- Sí lo sé y es una locura.
- También lo creo pero Lauren, eres la única que puede despertar eso bueno que tiene Paulo dentro.
- ¿Cómo lo hago?
- Arriésgate, al diablo con las reglas de Dios. Él mismo creó las reglas del amor y si él mismo las prohíbe se está contradiciendo.
- ¿Qué debo hacer?
- Lo que sientes. Cuando lo tengas al frente y creas que es hora de despertar lo bueno dentro de él, haz lo que te diga el corazón -dijo y se puso de pie- Ahora debo irme, ya es hora para Clara Johnson.
- ¿Qué? -dije sin poder creerlo.
- Esa niña está sufriendo Lauren, debo llevármela.
- Paulo no tiene nada que ver con esto ¿verdad?
- Para nada, Paulo no se interpone en las muertes, sólo Dios y yo -dijo y asentí levemente sabiendo lo que Tyler iba a sufrir por esto.
- ¿Será rápido? -le dije y se giró a verme.
- No sentirá nada.
- Gracias Aaliyah -dije y sonrió levemente.
- Es un secreto -susurró.
- ¿Qué cosa?
-Paulo nunca tuvo debilidades pero ahora si tiene una -me dijo y la miré extrañada.
- ¿Cuál?
- Tú.
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¡Hola cielos!
Hasta aquí el maratón prometido, espero que lo disfrutéis y os sirva de consuelo en estos días que voy a estar sin subir.
¡Debo deciros que estamos ya en la mitad de la historia y que las cosas se están poniendo cada vez más emocionantes!
Pd: me declaro fan absoluta de Aaliyah en esta historia por ayudar tanto a nuestra pareja a intentar aclarar sus sentimientos.
Nos vemos en unos cuantos días, pero mientras decirme: ¿Qué creéis que pasará en los próximos capítulos?
Muchos besos cielos ♡
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Boy of hell | Paulo Londra
Fanfiction¿Nunca pensaron en venderle su alma al Diablo por conseguir todo lo que quieren en la vida? Yo sí, lo pensé y lo hice. Pero, ¿Qué pasa cuando te terminas enamorando de él? No sólo se lleva tu alma, sino que tu corazón también.