©ᗩしᑭᕼᗩ ᖴᗴᝪ

🍒🦁《19》🦁🍒

[4 Años Después]

--- ¡hijo tu pepino está en la sala!.

--- ¡no es un pepino, e-es mi juguete para omega!.

--- ¡pero si es verde y tiene la forma!.

--- ¡mamá, ya!.

--- ¡bueno apurale, que Armin y Mikasa te están esperando. Recuerda que es tu primer día en la Universidad!.-- gritó para luego seguir con su labor de cortar la mala hierba de su rosal favorito, escuchando las risitas de los amigos de Eren.

--- ¿cómo me veo?.

Frente a Carla, se presentó su precioso hijo.
Vestido con un short de color durazno, una sudadera holgada amarilla que le llegaba a medio muslo y unos vans blancos. Su hijo había madurado en los últimos cuatro años, pero sin perder la delicadeza de sus facciones, los cuales le sentaban de maravilla, siendo la atención de cualquier vidente con buen y exquisito gusto. Y quién se podría resistir a esa mirada inocente de bellos ojos verdes, pestañas tupidas y en curva hacia arriba, cabello suave y brilloso a la vista y tacto, labios rosas y algo rellenos, y sus piernas, ¡Dios, y ni que decir de esa cadera, cintura y su apetitoso culo!. Sin duda cualquier mortal tendría que hacer un enorme meríto para merecer tan jugoso manjar.

--- como un principe.-- halagó orgullosa, salivando de inmediato su mano izquierda para pasarla por un pelo desordenado que tenía la cabeza castaña, escuchandose un quejido de verguenza y asquito.

--- ¿no será como una princesa?.-- comentó divertido el omega rubio.

Carla rió al ver la mueca de disgusto de su hijo, observando la hora en el reloj que colgaba de la pared, apuró.--- ya vayanse, oh, y sean sociables. ¡Hagan amiguitos!(Nota: mi mami en mi primer día XD).-- exclamó después de que el trío cruzó la puerta.

--- ¿feliz por estar de vuelta, hijo?.-- preguntó Kuchel, al ver como su hijo golpeaba el saco de box. Lo usaba cada vez que estaba nervioso, ansioso y sí, muy pero muy enojado. Pero este no era el caso. Eran dos emociones combinadas, la alegría y los nervios. Carajo, casi le podría dar un ataque de tan acelerado que tenía el pulso.

--- claro que si.-- contestó, dejando de hacer puré al pobre saco. Tomando una toalla se la puso alrededor del cuello y comenzó a beber agua de una botella.

--- uff, si no fuera tu madre y tuviera tu edad. Te secuestro.-- ante el halago picarón y descarado de su progenitora el alfa sonrió ladino.--- oh me desmayo.-- dramatizó.

--- "ceñito, camese pofavo".

Levi soltó un bufido risueño.--- ¿es mi horario?.-- cuestionó al ver la hoja en la mano de su madre.

Ella sonrió mostrando su blanca dentadura.--- sip, ten. Es a la 1.-- le tendió la hoja y el otro empezó a leerla con detenimiento, entonces por la mente se le ocurre presionar a su querídisimo hijo.--- imagina cómo ha de estar tu amorcito plátonico, una preciosura. ¡imagina la cara que pondrá cuando vea en tremendo monumento que te convertiste..oye!.

Levi le había escupido el agua en la cara tras repentino comentario.--- madre, por favor.

---Ya pues.-- se carcajeó mientras limpiaba las babas de su cara.--- ve a bañarte, apestas.

Dicho eso salió de  la habitación de su hijo.
Levi se asomó por  la ventana para que el aire le refrescara un poco, bajando la mirada al escuchar una  pequeña discusión de un par de chicos.

--- ¿porqué debería de confíar en tí?. Todos los chicos con los que he salido han sido unos perros.-- habló el que parecía ser un omega chaparrito y nalgón de cabello amarillo a un alfa pálido y de pelo azul teñido, quien se quedó quieto y con una mirada neutra y de aburrimiento.--- ¡¿no vas a decir nada?!.

--- miau.-- contestó al fin, provocando que el otro le diera una cachetada.

--- "uhg, pobre men".

Entonces el alfa paliducho lo toma de  la cadera y le planta un beso de pelicula, super apasioando. Después de unos segundos de lucha, el omega se rinde ante aquellos labios tan adictivos.

--- "un amor así plis T-T"

Levi cerró la ventana y se metió a tomar una ducha.
Hoy volvería a ver a su amado castañito de ojos verdes.