⚽⚽...Conoce la historia de Levi Ackerman, conocido como el "Alfa feo", quien con el pasar de los años, renacerá como el ave fénix de sus cenizas.
Narrada por una Escritora que no tenía nada que hacer, a veces por nuestro Alfa mamón y sexy, y otras p...
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--- abréme, madre.-- ordenaba Levi por el otro lado de la puerta. Su cuerpo dolía horrible y la temperatura no paraba en ir en aumento.
Kuchel tembló pero se negó con todas sus fuerzas a obedecer y ser sumisa con su propio hijo, quien este momento parecía ser un alfa adulto y no su niño mamón y torpe.
Hace unos momentos atrás había llevado a Eren y a Hanji a la casa de Carla, para que la castaña pudiera antenderlos mientras ella vigilaba que su hijo no encontrara la forma de salirse en ese estado afiebrado y hormonal.
Había esperado a que Levi no hererada el doble cambio, pues era muy doloroso al principio y la necesidad prematura por querer tomar a un omega era extramadamente irritante y sufrible, había tenido la miníma esperanza de que su hijo no fuera otro de los Ackerman con esa sangre (ya que ella no tenía eso en sus venas). Y no podría ayudar a su cachorro si no sabía sobre ello, el único que sabía y era igual que su hijo era su hermano mayor. Un estremecimiento de desagrado le llegó al cuerpo, y no es que le cayera mal o algo por el estilo, sólo que era un tanto...odioso, y Levi no lo soportaba.
Pero qué más le quedaba, ella no podría con los cambios de su ahora presentable alfa "adulto". Tenía que pedirle a su fastidioso hermano que la ayudara, aunque eso significase irse de ese lugar que se había convertido el hogar de ambos después de la muerte de su amado.
--- abre.-- volvió a ordenar y las piernas de la mayor temblaron.
Trató de reponerse y le obligó a su loba a permanecer neutra y serena, se sentía humillada al tener cobardía por un simple adolescente presentado.--- no lo haré.-- rugió en mando y se agachó sólo para pasar un sobre de aluminio con dos pastillas dentro.--- quiero que las tomes, eso almenos calmaran un poco tu calor, y te prohibo que les hagas caso, no escuches a tus instintos.
Se escuchó un momentaneo silencio, luego un gruñido y el sobre fue arrastrado para después escucharse la llave y el correr del agua en el cuarto de baño.
Kuchel respiró tranquila cuando escuchó como el cuerpo de Levi calló jadeante en la cama, forzandose así mismo a hacer lo imaginable, no tenía que obedecer a sus nuevos instintos.
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Pasaron siete días cuando por fin Levi pudo asistir a la escuela, siete días en los que sufrió como el infierno. Las fiebres y ese calor en su interior le habían atormentado por esos días, que parecieron ser casi eternos, días en los que estuvo medicado con pastillas supresoras para alfas adultos y la retención de su nuevo despertar. Por el momento ya estaba bien....aunque.
--- quitate de mi camino.
El Ackerman gruñó con voz de mando a tres alfas que habían chocado con él, éstos se sacudieron de sorpresa por la dura y extraña voz y se fueron sin siquiera dirigirle la palabra o mirarle de muerte como hace una semana hubieran hecho.
Y es que, y los de su alrededor no eran los únicos que pensaban que la actitud y esa aura peligrosa era extraña, el chico también se sentía raro y lo odiaba, tanto que su caracter y humor destilaban peligro y una enorme molestia hacia con todo el mundo.
Se sentía irritable, su cabeza no paraba de punzar en dolor, en la mañana había tenido naúseas, sus colmillos habían crecido un poco más y a causa de ello dolían y a la vez picaban, sus ojos enfocaban tan bien que ya no necesitaba lentes, sus oídos se habían vuelto tan sensitivos al ruido que cualquier sonido chirriante o grave le provocaban enojo y dolor de cabeza. Los huesos le dolían, y estaba seguro al verse en el espejo esa mañana que su cabello había tomado un tono más brilloso y obscuro a como era hace 5 días. Eso último había sido lo mejor, pues no le molestaba en nada tener un cabello más brillante y finolis.
También estaba su aroma, el cual parecía espantar a todos, e incluso los betas percibían cierto picor en su alrededor que preferían mejor alejarse.
Levi se olió disimuladamente las axilas y frunció la nariz desconsertado, no detectando algún rastro de aroma fetido o amargo. De hecho, olía a la colonia de bebé que su mami le puso en la mañana para disimular su olor.
--- "Omega".
Hablaron sus instintos y él volteó en dirección a donde pudo percibir aquella fragancia ahora más dulce y fuerte para su olfato. Lo había extrañado, lamentablemente no lo había podido ver en todo ese tiempo y tenía vagos recuerdos de lo que pasó ese día. Incluyendo que su madre no le había comentado nada aún de su estado y sólo le había informado que todo estaba bien.
--- Eren.
El mencionado pegó un pequeño saltito en su lugar, y al girarse para verlo, Levi pudo distinguir algunos cambios que sólo hacían ver aún más hermoso a su lindo y adorable crush.
