0.- (1) La Leyenda

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—Papi, cuéntame la historia una vez más —pidió la joven Emegreri dos dialianis después de la puesta del sol, sus escamas erizadas mostraban el cansancio de la infante.

Acostado a su lado y con el cuello doblado para mirarla, estaba la criatura a la que sus palabras hablaban una bestia casi 6 veces más grande que la joven, que apenas más de 5 shis media de la cabeza a la cola.

—¿Cuál de todas? —pregunto el padre, que tras largos ciclos de vida conocía gran cantidad de leyendas antiguas.

—La más antigua de todos, la del dacu'i de los Imusjari.

"Dacu'i" el equivalente en lenguaje Emegreri de las palabras país, reino, o nación una palabra cuyo origen provenía de la misma leyenda a la que la joven se refería

—Bien, te la contaré una vez más —respondió el padre a quién era su más joven hija.

—Fue hace mucho, mucho tiempo.

—¿Hace cuánto tiempo padre? —pregunto la joven.

—Mucho más tiempo del que se puede recordar Amaia, fue tanto tiempo atrás que apenas unos pocos la recuerdan, y quienes lo hacemos recordamos solo fragmentos de ella.

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Fue una época cuándo los ancestros de los Emegreris y Trigremeris del mundo vivían juntos y en armonía en una gigantesca Dacu'i.

Una gran Dacu'i que unía a todos, este Dacu'i había sido unido por una dinastía de Imusjaris, los representantes de los dioses en la tierra, con sangre divina, destinados desde el nacimiento para gobernar.

Pero ningún Soberano podía unir a todos solo, fue la unión entre muchos de estos que lograron unirnos en un único pueblo con cientos de millones, su poder permitió a todos vivir juntos, en una época donde no había ni dolor, ni hambre.

Los soberanos Imusjari habían usado sus poderes para unirnos a todos, descubrieron como crear más comida, como aprovecharla mejor, como resolver los conflictos sin enfrentamientos y nos unieron a todos.

Durante generaciones los Imusjaris mantuvieron esa unidad y paz, pero entonces durante el gobierno de una pareja de Imusjaris, cuyos nombres reales son desconocidos y cada quién los recuerda con un nombre distinto, llego una gran hambruna al Dacu'i.

Miles murieron y muchos abandonaron el Dacu'i para sobrevivir, pues el catastrófico desastre cubrió este de fuego y hielo, los Imusjaris intentaron usar sus poderes para detener la crisis, pero ni siquiera ellos tenían el poder para evitar esta catástrofe.

Los creadores destruyeron el Dacu'i y todos Imusjaris murieron luchando, para que los habitantes del Gran Dacu'i tuvieran la oportunidad de escapar y dispersarse, aun así muy pocos sobrevivieron, en ese entonces todos creyeron que los Imusjaris se habían extinguido.

Pero la sangre de los creadores, no se manifiesta en todos sus descendientes, solo en sus descendientes más puros, cuya sangre tiene mucha unión de los creadores, puede nacer como un Imusjari, he incluso en contra de la voluntad de los creadores, su sangre se mantuvo viva en las siguientes generaciones y en diversas épocas algunos de sus descendientes terminaron con la suficiente pureza de sangre para manifestar los poderes de los Imusjaris, pero condenados a vivir dispersos por en mundo, al perderse los conocimientos que permitieron unirnos y al quedar tan poca de su sangre divina que serían insuficientes para que renaciera un linaje de estos.

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Los Primeros SoberanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora