16.- Los Primeros Viajes de los Soberanos 2da parte

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Amaia

—Ya callate —gruñi hacia Gina, al llegar al nido de los Aidiki gracias a ella terminamos como el hazme reír de todos los primos de Brais, ya que ella les inició a decir que los Quiashi nos habían coqueteado, y bueno se puso a exagerar las cosas como de costumbre.

—Vaya y eso confirma que no estas de pareja con mi primo —habló Falen acostándose a mi lado derecho, yo volteé mi mirada para ignorarla.

Al menos ahora ya no nos molestaban a Brais y a mi por estar tanto tiempo juntos, cuándo solo lo hacíamos para practicar nuestras habilidades de Imusjaris y para preparar el nido central, que serviría como una zona de gobierno y como inició para nuestro plan, crear arboledas de gran extensión y zonas de crianza de presas.

—Que suerte que no estás saliendo con él, tengo que admitir que me da algo de celos esa idea —mencionó y volteé hacia ella con algo de duda.

—¿Por qué celos? —cuestione.

—Han estado pasando mucho tiempo y bueno...

—No es que estemos acostumbradas a que alguno de nosotros se separé durante tanto tiempo —añadió Lili, una de las primas menores de Brais apareciendo justo frente a mi rostro, solo tenía unos 7 ciclos de edad, por lo que era una niña bastante pequeña todavía, con menos de la mitad de mi talla.

—¡Hermana!, que haces aquí, deberías estar ya durmiendo con mama —le reprochó Falen mientras retiraba la cola de Lili de su nariz, pues si, ellas dos son hermanas

La niña volteó su cabeza y se escuchó el sonido de una chispa, un contacto eléctrico. Debido a su edad la electricidad que producía solo generaba chispa mientras sus dientes estaban en contacto, pero el mensaje que quería dar estaba claro, no le importaban las palabras de sus hermana —. Vine a hablar con la soberana Amaia no contigo gruñona.

Falen gruñó molesta, estaba totalmente en una encrucijada y no sabía que hacer.

—Lili, no le hables asi a tu hermana, además creó que Amaia preferirá hablar con alguién que sea más respetuosa con su propia familia —se escuchó la voz de la madre de Falen detrás de mi, no recordaba su nombre, pero era obvio que Lili se había apartado en contra de las órdenes de su madre.

Lili volvió a ver a su madre y se disculpo antes de irse.

—Bueno, durmamos un poco, mañana tendremos otro largo día.

Amaia tenía razón las próximas semanas serían un duro trabajo, al día siguiente fuimos al territorio de los Imaki, al este, cuya familia no tuvo problemas en unirse a nosotros, debido a la gran amistad entre esa familia y los Aidiki.

Y luego fuimos al territorio de los Jatun, al norte de Aidiki y al este de Infiniqui, justo al noroeste de Imaki, convencerlos fue mucho más difícil, han igual que la familia de Brais, habían sido enemigos de mi familia por muchos ciclos, inclusive antes de mi nacimiento.

No parecían nada felices de que una Infiniqui les pidiera unirse, más las palabras de Brais llegaron justo en el momento adecuado "Van a culpar a una chica solo por los errores de de sus padres, Amaia puede tener sangre Infiniqui en su interior, familia que desde hace mucho a buscado la guerra con otros, pero ella esta buscando lo que nadie a buscado en mucho tiempo, la paz entre todas las familias, formar un Dacu'i como en las historias antiguas, ¿Qué acaso ese no es el sueño, que todos alguna vez tuvimos?"

Al final tuvimos que irnos, pero los Jatun prometieron que pensarían en nuestra oferta.

Al día siguiente de aquél fuimos al sur de Infiniqui, al oeste de Aidiki con la familia Katan, quienes estaban felices de poder dejar de estar de conflicto con la única familia que había sido enemigo de ellos, además de que dijeron que hablarían con las familias vecinas para que igual se unieran.

Luego continuamos hacia el oeste con los Cuishan, pero la respuesta de estos fue tan clara como aterradora, nunca se unirían a un Dacu'i del que los Infiniqui formaban parte y menos a uno gobernado por un miembro de estos, refiriéndose claramente a mi.

Los días siguientes lo mismo paso con los Acuri y los Lascori al norte de las tierras de mi familia, eso me desánimo, pues mi familia seguía teniendo fuertes enemigos a pesar de todos mis esfuerzos, no tuve ánimo para continuar y con Brais decidimos detener nuestros viajes durante un ciclo de Anak.

Aunque apenas dos días después tuvimos ir a Jatun, pues estos querían vernos tras haber decidido aceptar nuestra oferta.

Los Primeros SoberanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora