Los Primeros Soberanos

4.- La Historia del Relámpago

Ulk Eferin

—Fue hace muchos ciclos, 127 datidunks al sur y 34 al oeste —inicié a contar acostandome pero manteniendo mi cabeza alta, ellos igual se acostaron frente a mi—. Cuándo nació un emegreri de nombre Nadir, su familia, los Dufimis, vivía en las tierras límites, donde los territorios no son disputados solo por emegreris sino también por trigremeris.

—Los descendientes de 3 cabezas —recordó el joven Brais.

—Así es, el desde su niñez se dio cuenta de que poseía algunos de los dones de los imusjaris, y su madre, fiel creyente de las leyendas antiguas le ayudo a confiar el conocimiento de sus poderes a su familia, sus tios y hermanos lo aceptaron como lo que era, un descendiente de sangre divina —ambos jóvenes oían como si fuera la gran historia de su vida—. Pero cuándo ya había cumplido la mayoría de edad y junto a sus primos mayores se preparaban para partir, las tierras de su familia fueron invadidas por una familia de trigremeris, los Ogu y creyendo en las tradiciones, en que la palabra del imusjari es ley fue a intentar detenerlos.

—Dijiste que la historia tendría 2 imusjaris —habló Amaia.

—Paciencia, ya estoy llegando a esa parte —respondí—. Su familia recordó a los Ogu, que la palabra de un imusjari debía entenderse como una ley inquebrantable, pero lo que los Dufimi no sabían era que los Ogu eran tantos, catorce adultos en total, porque su líder Imec, era un imusjari y había usado ese mismo lema para imponerse sobre otras familias antes.

—Imec era un líder codicioso que creía que todas las tierras de Istri le pertenecían y se lo había hecho saber a muchos, trigremeris y emegreris por igual, Nadir le estaba negando lo que el deseaba en sus tres interiores, por lo que tuvo que decidió desafiarlo a muerte.

—¿No se supone que al tener sangre de los creadores buscamos la paz por instinto? —pregunto Amaia.

—No, la sangre de los creadores totalmente pura ya no existe, la sangre de los creadores a sido disuelta entre todos con las generaciones, es lo que hace que las familias intenten no pelear entre ellas, aunque sean enemigas, pero no quita que la mayor parte de la sangre, incluso de un imusjari proviene de los ancestros originales, por ello todavía conservamos sus instintos, su codicia y su avaricia, los imusjaris son mezcla entre un cuerpo y un espíritu semejante al de los ancestros, combinado con una fracción de los poderes de los creadores.

—Eso significa que al final, no seremos capaces de unirnos a todos —dijo Brais y yo negué.

—La cualidad más importante que los creadores dieron a los ancestros y a los primeros imusjaris fue la opción de elegir, Imec escogió mal y Nadir tuvo que enfrentarlo.

—¿Y quién ganó?

—Nadir aunque fue una dura pelea.

—¡Entonces hay que ir y buscarlo! , con su ayuda, seremos tres, asi podremos lograr la paz.

—Aunque pudieran ir y volver, no lo encontrarían, pues el murió hace 6 ciclos, un gran relámpago golpeó el suelo en una zona que ardía en un día despejado, nunca se volvió a saber nada de él, la mayoría cree que ese relámpago fue su forma de despedirse.

—Eso significa que estamos solos.

—No están solos el poder de los creadores surgió en los 2 a la vez, eso es poco común y significa en mi opinión que tal vez la era de los dacu'is gobernados por un dinastía de imusjaris haya vuelto.

—Pero gran Ulk, solo somos dos, no podríamos unir a los descendientes.

—El gran dacu'i no se formó de la noche a la mañana, ni lo hizo de manera fácil, les tomó miles de ciclos a los primeros imusjaris unirlo, y muchos murieron para lograrlo, ahora les toca a ustedes iniciar la labor nuevamente, si es que esperan que pase, tienen que estar dispuesto a enfrentar sus miedos.

—No siento poder hacerlo —respondió Amaia vuelteando su rostro.

—Amaia, eres una imusjari, ser una soberana es tu derecho de nacimiento —le respondí entonces se escuchó un gran rugido y una fuerte luz proveniente de las tierras de Infiniqui.

—¡Padre detente! —escuché que Amaia grito antes de que una llamarada llegara a mi.

—¡Brais huye! —le grité antes de levantarme con toda la fuerza que me quedaba para distraerlo, me lancé contra él con fuerza pero el era más joven y fuerte, yo no tenía oportunidad contra él.