15.- Amutenuc

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Amaia

Los jóvenes se acercaron ni bien los adultos se apartaron, los niños no eran mi especialidad, pasar mucho tiempo fuera del nido y la forma en que mi padre me crió no me ayudaba a saber que hacer cuándo tantos estaban aquí.

—Oigan niños, ¿quisieran que mi soberana les diera una demostración de los poderes de los imusjaris? —habló Gina adelantándose de pronto entre Brais y yo, casi haciéndome caer al estar nosotros dos no muy separados.

Varios "¡Si!" o gritos de "Yo quiero verlo" fueron dichos por ellos, yo no sabía que hacer, observé a mi derecha y vi que Brais iba a charlar con las 2 hijas mayores de la familia Quiashi, asi que estaba atrapada.

—Solo muestrales algo simple —me dijo Gina girando y usando su ala izquierda para indicarles a los niños que no se acercarán demasiado, no sabía que hacer asi que decidí hacer algo simple, eleve mi pata delantera derecha y deje que el fuego saliera de esta hacia el suelo.

Todos se mostraron sorprendidos incluido el hijo mayor de los Quiashi, que parecía tener unos 21 a 22 ciclos de edad, al observarlo mejor se veía bastante bien, era como un shi más alto que yo, se veía que han igual que los padres de su familia sería alguién fuerte y capaz, a los lados de sus ojos tenía líneas rojizas naturales que llegaban a sus orejas, por un momento mi mirada se quedo bloqueada en él.

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Brais

—Asi que te declaraste Soberano —pregunto la menor de las dos hijas mayores Quiashi, parecía tener 20 ciclos.

—Bueno no fue tan fácil como suena —negué.

—¿Que tal si nos apartamos un rato y nos cuentas? —pregunto la mayor, miré hacia Amaia, pero Gina se metió en medio, asi que supuse que mientras Gina estuviera ahí Amaia no tendría problemas.

—Bueno, supongo que no habrá problema —les dije retirándome junto a ellas, al alejarnos un poco pregunté—. ¿Como se llaman?

—Soy Lina y ella es Milia —me respondió la más joven volteando hacia mi—. Cuéntanos —añadió.

—Bueno, empezó hace 3 ciclos cuando conocí a Amaia, la ataque y se defendió usando los poderes del imusjari, eso me dio curiosidad y le mostré que yo igual los poseía para que confiara en mi, nos volvimos amigos con el tiempo y creímos que podíamos usar nuestro poder para ponerle fin a los conflictos entre nuestras familias, he iniciamos a practicar juntos como usarlo.

—¿Amaia es tu pareja? —pregunto Milia.

—¡No! —reaccioné al instante, ellas se rieron —. Solo somos amigos —expliqué.

—¿Seguro que no te gusta? —pregunto Milia caminando a mi lado desde frente a mi y movió su cola acariciando mi cuello.

Jugando con la punta de esta frente a mis ojos, por unos instantes todo se sintió bien, pero me aparte hacia mi derecha, algo me incómodo de eso o al menos se sintió muy raro, no lo entendía.

—Eres muy inocente —se burlo retirándose nuevamente hacia donde estaban los niños, Gina y Amaia

—No te sientas mal, ella siempre a sido algo intensa, lo más probable es que abandoné el nido dentro de poco tiempo —explicó sin mirarme, como si se avergonzara de algo—. Volvamos con los demás, seguro ya vendrán mis padres y tíos —habló retirándose antes de que yo pudiera responder.

Y la seguí, Amaia se veía bastante alegre charlando con el hijo mayor de los Quiashi, un rato después finalmente estos volvieron sus padres.

—Soberanos Brais de los Aidiki y Amaia de los Infiniqui, tras un pequeño debate hemos decidido, que la la familia Quiashi se unirá al Dacu'i de Soberia, del mismo modo en que nuestros ancestros se unieron al gran Dacu'i —habló Mejel—. Nos honra decir que nuestras tierras ahora son también suyas.

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Amaia

Me incómodo que mencionará la familia a la que yo pertenecía, pero esas siempre habían sido nuestras tradiciones, cada uno tenía el nombre de su familia hasta el momento en que formará la propia, momento en el cuál todos los miembros de esta escogían un nombre para la suya, por lo cuál era normal que me llamara así.

—Es un honor que los Quiashi se nos unan —respondió Brais mientras yo algo incómoda solo asentí.

Fue poco antes del anochecer que empezamos el vuelo de regreso al nido de los Aidiki, donde dormiríamos esta noche.

—Ya son famosos, espero que no sufran de amutenuc debido a eso —se burló de nosotros mientras volábamos, amutenuc era una expresión que se refería a cuándo alguién cambiaba demasiado su forma de ser debido a su popularidad o algo similar.

—Eso nunca pasará Gina —le respondió Brais.

—Si claro, eso no parecía cuándo te fuiste a charlar íntimamente con Lina y Milia —le respondió.

—Eso no fue lo que pasó —negó el molesto.

—Por favor Brais, no pueden ser tan inocentes ustedes dos para no darse cuenta de que Milia y Daie intentaban coquetear con ustedes —dijo antes de tomar algo más de impulso para alejarse.

—Espera ¿dijo que Daie estaba coqueteandome? —pensé molesta y tomé impulso para perseguirla, han igual que Brais, no entendía en que momento Gina se había vuelto tan mal pensada.

Los Primeros SoberanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora