Capítulo 1.3

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Ya pasaban un par de minutos de las siete cuando el sacerdote cerró la iglesia y se fue por la sacristía apagando todas las luces. El único punto de iluminación en la gran y elegante estancia eran las decenas de velas encendidas que había, símbolo de las plegarias y los rezos de los creyentes que habían acudido durante todo el día. El silencio era sepulcral pero se vio interrumpido por un quejido.

-Ay… quítate de encima, me estás aplastando…

-Vamos, Danny… No te excuses si querías estar tan pegadita a mí…

-Es un sitio pequeño, idiota…¡Ay, no me toques!

-No soy yo, es el sitio pequeño.

Con un nuevo quejido la puerta de uno de los estrechos confesionarios se abrió y Danny salió como una exhalación, arreglándose la ropa y mirando a su alrededor. No había moros en la costa, por suerte para ella.

-Mmmm… nunca lo he hecho en una iglesia… Que contradicción con mi naturaleza más morbosa…-gruñó Adriel saliendo detrás de ella, con una de aquellas típicas sonrisas maliciosas.

-Eres un salido y un depravado.- dijo Danny mirándole muy mal.

Adriel sonrió y miró a su alrededor, antes de coger a Danny por la cintura desde su espalda y susurrarle al oído.

-Mmm… la luz de las velas es muy íntimo… ¿no crees?

-¿A ti te da igual el sitio?

-Claro que no, este es el mejor sitio.

-¿Y eso?

-Es la Casa de Dios.- dijo con burla.- A lo mejor nos ganamos sus indulgencias por demostrar nuestro… amor al prójimo.

Danny le pegó un codazo apartándole mientras él se reía. La chica avanzó por el pasillo principal de la nave entre los bancos, quedándose quieta frente al altar.

-La verdad… es que la iglesia acojona así a oscuras…

-Bah, no es ma´s que un sitio estúpido…

-¿Y a ti no te afecta estar aquí? Yo que sé, eres un demonio, pensaba que Dios protegería su casita…

-Ese tiene demasiadas casas como para protegerlas todas.. Además, si me afectara también te afectaría a ti, ¿no crees?

-Eso, recuérdamelo…

-Danny, no es nada malo.

-Mejor cállate…-la chica miró a su alrededor con un bufido que resonó en el lugar.- ¿Dónde está Faith? ¿Y si no ha podido escapar del piolín?

-Que poco confías en tu amiguita… Que use sus armas de mujer.

-¿Perdona?

-Que le eche un polvo que le deje tonto… bueno, más tonto de lo que ya es… Entonces seguro que puede venir.

-¡Por el amor de Dios, ¿no puedes dejar de pensar en sexo por una vez?!

Adriel iba a responder una de sus maldades cuando se tensó de golpe, dándose la vuelta con los ojos husmeando en cada rincón de la gran nave.

-¿Adriel?

-Shh…- la chistó él.

Danny fue a responder pero entonces sintió un escalofrío y se giró en redondo, se sentía observada… ¿o serían paranoias suyas?

-¿Faith?- llamó a su amiga, su voz haciendo eco en la sala.

De repente las puertas de la sacristía, justo detrás de ellos y el altar, se abrieron con un estruendo, casi saliéndose de sus goznes y cayendo sobre las baldosas. Una figura apareció en el umbral, con ojos centelleantes de ira y rabia y empuñando su espada angelical. Su semblante parecía el del mismísimo ángel de la muerte.

Supernatural: Entre cielo e infierno (Temp.1 Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora