Supernatural: Entre cielo e infierno (Temp.1 Parte 2)

capítulo 9.4

Hola. Antes de dejaros con la siguiente parte quería anunciarons algo: Como somos dos las que etsamos escribiendo y no es muy justo que me este llevando yo los votos y demás, hemos abierto una nueva cuenta en Wattpad, controlada por las dos y dónde publicaremos la muy pronta segunda temporada. Por eso, os pido que vayais siguiendo ya la cuenta "Faithelle Vranroll" y pediros disculpas por este lio. Tambien iremos subiendo más cositas relacionadas con el fic, como relatos cortitos, cosas de los pasados...y si quereis podeis dar ideas..estamos abiertas a todo, jajaja.

Posdata: por cierto...Un capítulo. Tres partes.  No digo más XD

Siguió apretando su mano contra la herida del costado, pronto estuvo empapada de la sangre de la pelirroja, sangre que se derramaba por culpa de su debilidad. ¿Por qué no había podido resistirse a la toxina de la sirena? Se suponía que era un ángel, un ser superior... ¡ellos resistían esas cosas! Se debía a su tara, estaba seguro... Esa tara que había conseguido que se sintiera querido por primera vez en su vida por alguien, esa tara que tanto parecía gustar a Faith... iba a ser la responsable de perder a la chica.

-No, no, no lo permitiré...- cogió el rostro de Faith con las dos manos, desesperado, sintiendo una tonelada de ladrillos en el estómago.-Por favor mi cielo... cúrate... por favor... No puedo perderte... no puedo... por favor...

Pero su poder seguía sin funcionar. Gritó angustiado tomando rápidas bocanadas de aire, desesperado, tanto que ni siquiera sintió la presencia demoníaca que acababa de materializarse a su espalda y cuyo semblante se contraía.

-¿Joel?- preguntó Adriel totalmente quieto, mirando a su alrededor, desde los restos de lo que suponía era o había sido la sirena, al rastro de sangre que llevaba a Faith y Joel, en el suelo.- ¿Qué narices ha pasado aquí?

Pero Joel no le escuchaba, zarandeaba a Faith con los ojos nublados, jadeando cada vez más rápido.

-Faith... mi cielo... por favor...- repetía como un ensalmo.

Adriel acudió a su lado y contuvo el aliento al ver el deplorable estado en el que estaba la Roja. ¿Eso se lo había hecho la sirena? Algo le decía que no...

-Joel, ¿qué coño haces que no la curas?- preguntó poniendo una mano sobre la herida del costado de la chica, que seguía sangrando. Su rostro cada vez se volvía más pálido, ¿el ángel era subnormal o qué? ¿A qué esperaba?- ¡Joel!

-No puedo... no funciona...-jadeó él con dificultad, ahogándose.-Mi poder no funciona... soy inútil...

-¿Cómo que no funciona?- Adriel le miró pero no notaba nada anormal en la esencia del ángel, seguía sintiéndola tan asquerosamente “celestial” como siempre.

-La he fallado... yo la he matado... yo....

El demonio abrió mucho los ojos. Esas heridas... ¿se las había hecho Joel a la chica? ¿Cómo era posible? A él el veneno de la sirena no le había afectado...

-Joel, escucha, Faith está perdiendo mucha sangre, debes curarla ahora mismo.- le dijo con seriedad, sintiendo fluir el líquido carmesí entre sus dedos, produciéndole una mínima oleada de placer dada su condición que se esforzó en arrinconar en lo más oculto de sí.- Maldita sea, Joel, ahora...

-No puedo... no puedo...

-¡Claro que puedes!- el demonio sintió el pulso de la pelirroja bajando.-¡Joel, se muere, haz algo!

-¡¡No puedo!!

Con aquel grito desesperado, el ángel por fin volvió el rostro hacia Adriel... dejándole completamente helado. Los ojos de Joel eran verde azulado como el océano, pero en ese momento algo muy poderoso brillaba en ellos, unas llamas zafiro fulgurantes que le hicieron sentir algo que hacía siglos que no sentía. Miedo. Terror. Incluso cuando el ángel solo le estaba mirando, su esencia demoníaca hirvió en sus venas y se agitó ante una amenaza que no había sentido nunca. Adriel tuvo que echar mano de toda su resistencia para no desaparecer en ese mismo instante y decidió solucionar las cosas como él mejor sabía.