Capítulo 7.1

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A pesar de que la noche había estado llena de revelaciones y momentos de unión intensa entre ambas parejas (para la celestial había sido “literalmente” de unión) la última mañana en el barco se despertó movidita.  Adriel y Danny habían dormido apaciblemente toda la noche después del incidente del mordisco, pero al despertar, el demonio ya volvía a ser más o menos el de siempre, o quizá estaba fingiendo para no preocupar a la chica y para no mostrarse débil, pero en apenas 10 minutos ya había puesto iracunda a la peliazul, después de intentar entrar en el baño a ducharse con ella y Casi desnucarse ambos contra el grifo al resbalar con la cortina de patitos de goma. Danny se había puesto a chillarle y a lanzarle los botes de champú y suavizante y todo lo que se le ponía a mano al demonio, que no hacía más que reírse e intentar no escoñarse otra vez, aunque finalmente había tenido que ir a vestirse solito y bien calentito a la habitación. Sin embargo al salir la cazadora del baño en busca de su ropa, se había topado con el demonio coqueteando con la “inocente” señora que venía a traer sábanas limpias y su ira se había desatado, echando a la pobre empleada y comenzando a recordar a la madre que había parido al demonio y toda su parentela. Él no paraba de reírse y de seguir picándola, después del susto que se había llevado la noche anterior al ver a su chica enamorada de otro, extrañaba hasta que le golpeara con los amados libros de Bobby que ahora no tenían disponibles. Por desgracia su feroz discusión había llegado a oídos de la pareja que dormía plácidamente en la habitación de enfrente.

Faith gruñó ante los gritos que le llegaban ahogados del otro lado de la pared y se acurrucó un poco más, arañando los últimos retazos de sueño. Sin embargo aquellas voces no se callaban y se vio obligada a abrir los ojos. Nada más intentar levantarse sintió unos pinchazos en la espalda y se encogió con un quejido. Dios, tenía unas agujetas terribles por todo el cuerpo… como si se hubiera tirado toda la noche corriendo la maratón… a pesar de que literalmente, había sido mucho más que eso.

Al volverse vio la cara de Joel durmiendo a su lado, ajeno a todo, envuelto en las sábanas y con sus brazos en torno a ella. Miró a su alrededor mientras se iba sonrojando por momentos. La cama estaba toda revuelta, las velas consumidas por completo, su ropa tirada de cualquier manera en el suelo y el envoltorio de un par de condones también por ahí tirado. Incluso había un leve rastro de esencia de las velas en la estancia. Suspiró y se desperezó haciendo crujir su espalda. La noche anterior… había sido una auténtica locura, aún recordaba ver los primeros destellos del alba aparecer en el horizonte a través del ojo de buey cuando ella había caído totalmente exhausta en la cama, con Joel a su lado. El ángel no le había mentido, la había llevado al paraíso… y no una, ni dos veces… sino varias…

Se volvió a acurrucar a su lado y le acarició el rostro con suavidad, con la mente llena de las vívídas imágenes de la noche anterior. Su cuerpo se estremecía de solo recordarlo. ¿Cómo podía tener ese rostro tan apacible ahora cuando la noche anterior… había sido un verdadero demonio en la cama? Tan tranquilo, tan dulce, tan... angelical…

Un chispazo le hirió el cerebro y una súbita imagen apareció en su mente. Ángel. Como Eros, quien se había vuelto loco, como el jefe de Joel quien le había relegado a la tierra para no ser un incordio, como Ruth, aquella asesina indiscriminada que había amenazado a sus amigos… como Zadkiel…

Se levantó de golpe con un repentino temblor y escalofrío que no tenían nada que ver con su estado de desnudez. Un sudor frío le cayó por la nuca y se obligó a tranquilizarse. No, Joel no era como ellos, Joel era mucho más bueno que todos ellos juntos… aunque siguiera siendo un ángel… Aunque… ¿y si no significaba lo mismo para ella que para él? ¿Y si…?

-¡Eres un maldito cochino, ¿es que no puedes aprender algo de Joel?!- se oyó una voz desde fuera.

-¿El piolín? ¿Qué voy a tener que aprender yo de ese mojigato?

Supernatural: Entre cielo e infierno (Temp.1 Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora