Prologo

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New York..

—Tras seis meses de ausencia, y luego de regresar de Inglaterra, abrí mis ojos y respiré profundamente, recordando como y cuando conocí a la única mujer que he amado —sonreí ante los recuerdos, —han pasado ya cinco años desde que nuestra relación se fue al infierno aquella cruel noche de invierno, en donde mi corazón se rompió en mil pedazos.

Caminé al cuarto de baño.

—Desde que acepté la propuesta del director Robert Hathaway, amigo de mi madre, de unirme a ellos,  apenas y tengo tiempo para mi. A pesar que la vida de un actor es agobiante, mi compañera Karen Kleiss se encarga que los días de grabación sean menos pesados.

—Cada cierto tiempo, algunos actores de renombre, somos invitados ha participar en alguna obra Teatral en Broadway, algo que disfrutamos al máximo. Son mejores tiempos sin duda alguna.

—Tras la muerte de la odiosa esposa de mi padre, la cual le fue impuesta por mi abuelo, mis padres se dieron la oportunidad de ser felices después de mas de veinte años separados el uno del otro y se instalaron en Londres...—Deseo que de la misma forma como el amor de mis padres venció la barrera de la distancia y el tiempo, el amor entre mi amada y yo permanezca intacto, al menos de mi parte así es. Con ese anhelo en mente, antes de marcharme de Londres, tras finalizar el rodaje de una película, mi madre me acompañó a la oficina de correo para depositar la carta que finalmente le escribí; me empeñé tanto en regresar a America a bordo de un crucero, porque quería rememorar la manera como la conocí a bordo de uno; esperaba al menos que las dos semanas que duraría la travesía, mi misiva llegara a sus manos.

—Tomé una ducha rápida y mientras me vestía, el timbre de la puerta de mi departamento en el cual me refugiaba cada vez que estaba en New York, sonó repetidas veces; al abrirla no había nadie, solo un sobre sin remitente dirigido a mi.

—Cuando lo abrí, mi mundo se vino abajo en un abrir y cerrar de ojos, tras ver unas imágenes acompañadas con un recorte de periódico en donde anunciaban el compromiso y proximo enlace matrimonial de ella. No sé como fui capaz de ver cada imagen, pero lo hice. Aunque su rostro no se veía con claridad, era su cabellos, su silueta.

—El dolor era tan profundo que comencé a lanzar todo a mi alrededor, tomé las llaves de mi auto, manejaría a Chicago de ser posible sin descanso, la rabia era tanta que podría matar a cualquiera que se pusiera delante mío.

—Tres días atrás recibí la visita de la persona mas repugnante que jamás haya conocido, quien dijo una sarta de mentiras a las que yo consideré en su momento idioteces.

—Marqué el numero de Karen, necesitaba desahogarme con alguien o moriría de rabia.

—¿Terry?

— ¡Karen,!

— ¿Qué está pasando Terry? ¿Estás bien?

— No, no estoy bien —respondí desesperado—. ¡Todo es cierto Karen, todoooo!

—¿De qué estás hablando, Terry? Me estás preocupando.

—Antes que me diera tiempo a responderle, algo grande se cruzó en mi camino. Es un camión, un camión enorme y no me da tiempo a frenar. —El golpe es brutal.

Escucho sirenas y voces, alguien grita mi nombre... ¡Terry! Pero yo no puedo responder y todo se vuelve oscuro...

Continuará.....

Dolorosas Verdades.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora