Dolorosas Verdades.

Capitulo I

—Familiares de Terrence Graham...

—Yo doctor, soy su novia.

—¿Que demonios haces Elisa?

—Cállate Luke, sabes que odio los hospitales y estoy haciendo un gran esfuerzo por permanecer aquí, así que sígueme la corriente.

—Lamento informarle que tras el accidente el señor Graham a entrado en estado de coma, no sabemos con exactitud cuanto tiempo permanecerá de esta manera, probablemente sean horas, días, meses e incluso años, ademas en caso de despertar no sabemos con exactitud si los golpes recibidos en su cabeza traerán secuelas.

Elisa hizo el mejor papel de su vida y como toda una actriz se lanzó a sollozar en los brazos de su complice y amante Lucas Donovan, actor y compañero de Terry, quien estaba dispuesto a aliarse con el mismísimos diablo con tal de quitar a Terry de su camino

—¡Oh Dios Mio! que voy hacer.

—Por el momento, señorita...

—Leagan, completó ella.

—Como le decía señorita Leagan, por el momento, el paciente debe permanecer en cuidados intensivos..

—Lo entiendo —respondió la pelirroja entre gimoteos...—¿podemos pasar a verlo?

—Por supuesto —respondió el galeno amablemente..—La señorita Hamilton los acompañará a una cuarto especial para que se coloquen la vestimenta correspondiente.

—Gracias doctor..

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Escucho murmullos a mi alrededor. —Palabras inconexas que no logro comprender. —Intento abrir los ojos pero los párpados me pesan. —Es como si estuviesen pegados con algún tipo de pegamento extra fuerte. Ponerle cara a esos susurros me resulta imposible, no reconozco las voces y mi mente está demasiado aturdida. —Siento dolor, mucho dolor... Otra vez silencio. —Creo que he dormido durante un rato, sigo sin poder abrir los ojos, aunque lo intento con todas mis fuerzas no lo consigo. ¿Qué me está pasando? ¿Dónde estoy? ..—Voces, vuelvo a escuchar esas voces, ahora más claras y nítidas. —Presto atención a lo que dicen, quizá así logre saber en donde estoy...

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1 semana después....

—Lo lamento —decía el galeno después de anunciar las mala noticia.

—No llore señorita Leagan, ya ha escuchado al doctor. Terrence lleva una semanas con respiración artificial. Debemos pensar que hacer —La consoló Luke

—Pero...— ¿Cómo puede siquiera pensar en...?

—El doctor acaba de decir que no hay demasiadas esperanzas, así que es mejor que se resigne.

—Lo siento —repuso el médico, dirigiendo sus palabras a la pelirroja —la decision es de ustedes.

—No nos corresponde a nosotros tomar una decisión con respecto a Terry.

—Gracias por sus palabras doctor, pero la señorita Leagan tiene razón, ademas, no nos corresponde a nosotros tomar esa decisión, sino a sus padres a quienes les he hecho saber lo ocurrido y están por llegar de un momento a otro —intervino por primera vez Karen quien veía recelosa a la joven frente a ella.

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6 horas después...

¿Quienes son esas personas? ¿Qué es lo que hay que decidir? No entiendo nada. ¿Están hablando de mí? Una mano fría como el hielo se posa en mi cara, me la acaricia y un escalofrío recorre mi cuerpo, una voz suave y dulce me habla al oído, palabras dirigidas solo a mí.