—Estúpido Enderman.
Resoplé por tercera vez en aquella noche calurosa, febrero comenzaba de manera deslumbrante con aquel clima sobre Nueva Orleans, y las noches no se salvaban del mismo. Había perdido nuevamente a ese mísero Enderman en Minecraft, y estaba solo a un paso de completar los pilares del portal hacia El Fin.
Pero… creo que esa noche no iba a ser.
Char97: Mala jugada, ¿eh?
Y no faltaba más, que la encantadora «Char97» hiciese acto de presencia en la interfaz de multijugador, su mensaje en la pantalla de mi Vaio lo decía. A veces me preguntaba si a ella le gustaba burlarse de mis desgracias en los videojuegos.
Tecleé rápidamente una respuesta a su innecesaria acotación.
AmazingJay: Eres peor que mi amigo Rowlan, lo sabes, ¿verdad?
Pulsé la tecla de «enviar» apenas hube terminado de formular mi respuesta, estiré mis brazos un poco y recosté la espalda en el respaldo de la silla semejante a la de un asiento de auto de carreras, amaba esa silla con locura y estaba muy orgulloso al decir que la conseguí con el sudor de mi frente.
Cantando en cafeterías como un artista indie cualquiera.
Char97: Ya me cae bien tu amigo solo por decirte que no sabes jugar~.
Por alguna razón ilógica, me sonreí ante sus palabras. Había algo en esa chica que me incitaba a averiguar quién era realmente, de dónde era y lo demás.
Era la única chica gamer que era interesante sin aparentar ser posser o algo semejante, definitivamente a ella le gustaban los videojuegos por mero gusto, y no por atraer chicos.
AmazingJay: Seguro que sí. Acabemos con esto y conéctate al Battlefield, voy a acabarte y me gustará escuchar tu voz mientras lloras, niña.
Sonreí al enviar aquel mensaje, sintiéndome como todo un campeón ante mi ilustre osadía, porque sí, había retado a la gran Char a un duelo en la plataforma de Multijugador solo para escuchar su voz; necesitaba al menos ponerle voz a la chica, pero un rostro iba a costarme hasta averiguar quién era ella.
Pasaron unos largos minutos, eternos para mí, hasta que finalmente respondió.
Char97: ¿Quieres llorar ante una chica? De acuerdo, Jay, pero tú lo pediste.
—¡Sí! –Sonreí mordiendo mi labio inferior, como un niño emocionado al obtener un dulce.
Miré a una esquina de mi escritorio el libro de Informática, el cual debería estar leyendo en esos instantes y estudiar para el examen final de ese semestre. Era tedioso para mí estudiar tanto, a veces me gustaría tener las seis gemas del infinito para chasquear mis dedos y desaparecer a los profesores, sintiéndome un pseudo Thanos en el proceso.
Bueno, eso era un tanto excéntrico. Los cómics comenzaban a afectarme, rayos.
Rápidamente guardé y cerré la partida en Minecraft, para luego salir del programa y dirigirme al icono de Battlefield, abrí el programa y entré en el modo de Multijugador para conectarme a la red y agregar a Char97 al juego. Cuando la vi conectada, como si fuese el propio Quicksilver, la agregué de inmediato e hicimos conexión a través de la red.
Respiré profundo, y hablé.
—¿Char97? –Pregunté, y sí, como todo un bobo a la expectativa.
Se oyeron unos ruidos extraños al otro lado, hasta que un grito repentino me dio el susto más horrible de toda mi vida. Un grito ronco y alargado salió desde la faringe hasta la laringe y quien sabe qué otra parte que abarcaba esa área de la garganta, solo sé que salió desde lo más profundo de mí hasta mi boca.
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𝐇𝐞𝐲, 𝐂𝐚𝐧𝐜𝐞𝐫! ↪ novela cristiana
SpiritualNo existe enfermedad más destructiva que el cáncer, pero no existen los imposibles para Dios. Charlotte lo sabía, Jaemin lo discutía. Pero ella le mostraría otra perspectiva, donde incluso al verse en el espejo le decía a su enfermedad: Hey, cáncer...