Estuve por varios minutos meditando todo lo que Charlotte había dicho en la canción, casi toda la noche; fue como si ella fuera quien recitara todas esas preguntas que decía la letra, pero que a su vez, no era ella quien las formulaba.
Era como si... fuera yo interpretado por ella.
¿Acaso esas preguntas tenían respuesta? La canción decía que miráramos hacia arriba, porque Dios estaba allí.
—Ugh... –Murmuré frotando mis ojos, algo cansado por la pequeña velada que tuve.
—Te ves como la mierda, Jay. –Y claro, el comentario de Rowlan no se hizo esperar.
Le sonreí mordazmente, tomando el cuaderno de cálculo dentro de mi mochila para colocarlo sobre la mesa de estudio. Faltaban pocos meses para la graduación y en realidad no podía estar más ansioso por eso, y el saber que invitaría a Charlotte era otra razón para estar emocionado.
—¿Vas a verla hoy también? –Me preguntó apoyando su barbilla en el hueco de su palma, observándome con cierta pereza.
Y yo soy el que anda como zombie.
Asentí con la cabeza, mirando el pizarrón con las cifras diferenciales de la clase pasada.— Hice una promesa, y sabes lo obstinado que soy con las cosas.
Una risa corta y divertida salió de su boca, a la par que negaba con su cabeza.
—En verdad que estás más que jodido. –Se mofó de mí, haciendo que mis nervios aumentaran.
Puse mis ojos en blanco, ignorando sus idioteces de manera olímpica, porque no quería que mi mal humor hiciera aparición en un día como ése. La profesora entró al aula luego de unos minutos, por lo que pude tener un poco de paz antes de que la clase acabara.
Y yendo por los pasillos, la vi.
—Phoebe... –Susurré sintiendo un nudo en mi garganta.
Ella me observó al darse cuenta, y una sonrisa cálida apareció en su rostro; de seguro pensarán «oh, Jay, ¿quién es Phoebe?».
Bueno... ella fue mi primer amor y primera en todo, sí, en todo lo que están pensando sus cerebros. Habíamos terminado hacía unos tres años atrás, cuestiones personales de ambos.
Pero, ahora después de tres años la estaba viendo de nuevo, y quería entrar en pánico porque yo estaba seguro de mis sentimientos por Charlotte, pero a su vez... tengo una debilidad por Phoebe cuando ella me ofrece un momento exprés de diversión.
—Jay, qué bueno verte, ¿cómo estás? –Saludó con una sonrisa al acercarse a nosotros, Rowlan rió divertido al verse desplazado.
«Idiota, deja de mofarte y sácame de este aprieto.»
—Oh, eh... bien, ¿tú? –Pude sentir mi sonrisa estar algo tensa, y no era para menos aquella situación.
Su ondulado cabello rojo se veía brillante como siempre, nunca me cansó ese color pero ahora solo me imaginaba las lindas pañoletas coloridas de Charlotte.
—Bien, me alegra verte. –Y supe a lo que se estaba refiriendo, porque quería verme luego de clases.
Pero Rowlan se volvió mi súper héroe de cómic en aquel instante.— Hey, Phoebe, ¿me ayudas con algo? Jay se va a donde su madre y quiero saber si puedes ayudarme con cálculo, lindura.
Joder, Rowlan, eres el mejor.
Phoebe parpadeó sorprendida, pero asintió en respuesta ya que, ella y Rowlan también tuvieron sus encuentros hace tiempo, no me pregunten pero esa fue una de las razones por las que terminamos ella y yo.
Mi amigo jamás me ocultaba nada, y cada vez que Phoebe se le abalanzaba encima él me lo decía, por lo que fue motivo suficiente para terminarle.
«—Es una ninfómana, hermano.»
Ugh, jodido asco.
Sonreí ampliamente a mi amigo, por lo que sin más tiempo que perder, corrí hasta la salida del campus hasta mi camioneta.
Ahora solo estaba ansioso por ver a mi gamer favorita.
—Y Rowlan intervino, y lo agradezco en serio porque no quiero caer... quiero hacer bien las cosas.
Charlotte sonreía escuchando todo lo que le había dicho sobre Phoebe, y estaba sorprendido de que no me hubiese juzgado por contarle esa historia; había tenido malas experiencias con cristianos que juzgaban y me condenaban por mis acciones, por lo que eso contribuyó también a que no confiara en ninguno de ellos.
Pero Charlotte... ah, podría decir que, Jesús estaba realmente en ella y el que yo admitiera eso con mi escepticismo era demasiado.
—Es bueno saber que estás intentando mejorar. Creo que el enamorarte de esa chica misteriosa me parece excelente. –Sonrió divertida mientras codeaba mi costado izquierdo. Reí fuerte ante sus palabras.
—Sí, ella es increíble. –Suspiré observándola de reojo, mientras sonreía viendo al pequeño Will acercarse hasta nostros.
Me preguntaba el cómo ese niño había agarrado confianzas conmigo tan rápido, pero no me molestaba en lo absoluto. Era agradable.
—¡Chicos! ¿Les gustaría ser mis padres falsos? Ya que mamá está en el cielo con Dios y papá trabaja mucho, me gustaría que ustedes me cuidaran. –Soltó de repente hacia nosotros, con una sonrisa que resplandecía en inocencia pura.
Sentí mi rostro arder, y una boba sonrisa se formó en mi rostro al pensar en esa posibilidad de tener una familia con Charlotte, y creo que Rowlan tenía razón.
Estaba más que jodido.
La melodiosa risa de la ojimarrón junto a mí llenó mis oídos, y me miró sonriente.— No lo sé, ¿qué dices tú, Jay?
Jugué con mi lengua presionándola contra el interior de mi mejilla, y sonreí mostrando mis incisivos.
—Me gusta la idea.
Perdonen la tardanzaaaaa xd aquí está 🙈 comenten y voten! 🙏
¡Dios les bendiga!
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𝐇𝐞𝐲, 𝐂𝐚𝐧𝐜𝐞𝐫! ↪ novela cristiana
SpiritualNo existe enfermedad más destructiva que el cáncer, pero no existen los imposibles para Dios. Charlotte lo sabía, Jaemin lo discutía. Pero ella le mostraría otra perspectiva, donde incluso al verse en el espejo le decía a su enfermedad: Hey, cáncer...