열두: Nada como nosotros

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Dejarla en su casa fue motivo de gran pesar en mi corazón, porque no deseaba separarme de ella en ningún instante, y es que cuando tienes algo valioso en tus manos, deseas mantenerlo junto a ti sin importar las circunstancias a tu alrededor.

Solo deseas mantener ese tesoro junto a ti, por siempre.

Y ella, representaba algo más valioso que un simple tesoro, ella era valiosa en demasía, inigualable.

—Te digo que no, Rowlan... –Negué mientras mi mirada se mantenía fija en el techo de mi habitación.

Y aunque digas que no, estoy preocupado por ti... enamorarte de ella puede causarte dolor más adelante, porque tienes que tener en cuenta, aunque no quieras, que ella puede dejar de estar aquí en cualquier momento. Es cáncer, hermano, y el cáncer es un cabrón de primera categoría.

Aunque sus palabras me causaran pesar, sabía que estaba en lo correcto me gustase o no; la latente posibilidad de que Charlotte se fuera de este mundo, era una realidad sorpresiva e inminente.

¿Qué garantía podía otorgar de que no sería así? ¿De que viviría más tiempo?

—Lo sé, ¡maldición, ya sé! –Bramé consternado, angustiado por la incertidumbre que tenía.– pero quiero hacerlo, yo... quiero pasar lo que queda de tiempo con ella. Así lo siento.

Otro silencio nos embargó a ambos, hasta que luego de unos segundos, lo escuché suspirar con pesadez al otro lado de la línea.

De acuerdo. Y retomando lo principal, ¿en serio quieres que vaya con ustedes? Me harán sentirme una jodida lámpara.

Y la risa que salió desde mi garganta, retumbó en toda mi habitación estrepitosamente, porque en verdad que había sonado demasiado chistoso al decir tal frase al final.

—Ah, no seas así, no es una cita. No puedo estar con ella, aún...

Si te haces cristiano, la verdad es que no me sorprendería. Últimamente te veo entusiasmado con eso, y está bien. Aferrarse a algo que pueda darte esperanzas o paz es bueno. Me sorprendí apenas escuché esas palabras.

Jamás pensé que mi mejor amigo, que no era nada practicante de la fe, diría algo como eso, porque podía esperármelo de mi primo Liam, pero nunca de Rowlan.

—Wow, yo... ¿gracias? Jamás creí que escucharía algo así de tu parte. –Respondí aún asombrado.

Él solo bufó, antes de responder.— Idiota. Me voy, hasta mañana entonces.

La llamada finalizó de su parte, a lo que negué sonriendo por su actitud infantil. Fue entonces, que decidí textear a Charlotte para notificarle sobre lo de mañana.

Yo: Hey, Rowlan irá con nosotros mañana. Ya confirmó.

 Ya confirmó

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𝐇𝐞𝐲, 𝐂𝐚𝐧𝐜𝐞𝐫! ↪ novela cristianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora