Y aunque podamos rebosar de alegría algunas veces, vienen momentos en que la tristeza y el pesar nos arropa como un manto inmenso; al mismo tiempo que salimos del local, Charlotte recibió una llamada del hospital.
«—Will no lo logró...»
Por lo que ahora, un día después de la noticia, estábamos reunidos con los de la iglesia de Charlotte donde se estaba realizando el funeral del pequeño Will, el dolor era indescriptible y nunca antes había sentido tanta empatía por un niño.
Will era especial, y cada vez que estaba en el hospital al visitar a Charlotte, compartíamos mucho con los niños del pabellón de cáncer, sobretodo con ese niño que robó nuestros corazones.
Un niño, que nos trató como padres pese a ser un juego.
—Esta canción, era una de las favoritas de Will... a pesar de la profundidad de la letra cuando la leí, él amaba esta canción... por lo que, decidí cantarla para Dios en el lugar de este niño maravilloso. –Murmuré frente a todos los presentes de la congregación, visualizando al desconsolado padre de Will llorar en silencio.
Charlotte estaba junto a mí, dispuestos a cantar aunque me sorprendía todavía que la iglesia quisiese que alguien como yo cantara, en un funeral y para Dios.
Pero era el deseo de Will, y lo cumpliría, lo cumpliríamos por él.
Cerré mis ojos, y comencé a entonar la letra al percibir la melodía en mis oídos.
No sé a dónde vas
Pero te veré allí
No puedo culparte por irte
Pero aún no es justo
Y cuando no sé qué cantar
Cantaría sobre tiEstaba empezando a sentirme extraño, una profunda tristeza me embargó al iniciar con la canción y no entendía por qué, solo sé que un vacío inmenso que nunca noté... se había expandido.
Ahora no sé qué hacer
Ahora que no estás aquí
No sé amar, no sé sentirme
Pero no quiero creer¿Qué era esta necesidad de libertad y de fortaleza? Me sentía derrotado, me sentía desolado. Algo dentro de mí hacía eco, llamando a algo inexplicable.
Creeré en ti
Creeré en tiCreeré en ti
Si todo lo que puedo hacer
Para mantenerla aquí conmigo
Te recordaré
¿No te acuerdas de mí?Si todo lo que puedo hacer
Para mantenerla aquí conmigo
Te recordaré
¿No te acuerdas de mí?Y cuando no sé qué pensar
Pensaré en tiY cuando había terminado me quebré, de una manera tan sorprendente que no cabía en asombro por ello, me desplomé de rodillas en el suelo mientras soltaba todo con sollozos, Charlotte se agachó a abrazarme y fue entonces, que sus palabras hicieron eco en mí.
—Déjale entrar, Jay, Él quiere llenarte y hacerte sentir completo.
Entonces accedí, porque el dolor no era solo por Will, también era por mí, por lo ciego y estúpido que había sido.
Por no haberle dejado entrar de una vez por todas a mi vida.
Aunque el funeral y el entierro se consumaron, yo continué llorando como un pobre niño que se sentía desconsolado, y Charlotte no me dejó solo aún frente a la tumba de Will. No había parado desde que terminé la canción.
¿Por qué yo? ¿Por qué Dios me quería a mí?
—Jay...
—Lottie, lo siento... he sido un ciego toda mi vida, siendo indiferente a Dios y a todo lo relacionado con Él... culpándolo de muchas cosas, hasta de tu cáncer y el de Will... –Susurré, aferrada a ella como si fuese mi salvavidas.
Ella acariciaba mi espalda, y dejó un casto beso en mi cabeza, como muestra de cariño y apoyo.— Dios perdona todos nuestros pecados a través de Su hijo, por lo que puedes experimentarlo ahora, Jay.
Me hizo verla a los ojos, a sus preciosos ojos cafés que siempre me recordarían a mi sabor favorito de café por la mañana, y me sonrió con una ternura indescriptible.
—¿Lo dejarás entrar?
Y lo hice, asentí con mi cabeza, por lo que ella me dijo que repitiera una oración junto a ella.
Mi corazón desde aquel día, fue llenado por Él.
Lloremos todos 😭😭❤️❤️ Will ya está con el Señor en la historia 🥺 y Jay ahora es de los nuestros 😍🥰 comenten y voten 🙏🏻
¡Dios les bendiga!
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𝐇𝐞𝐲, 𝐂𝐚𝐧𝐜𝐞𝐫! ↪ novela cristiana
SpiritualNo existe enfermedad más destructiva que el cáncer, pero no existen los imposibles para Dios. Charlotte lo sabía, Jaemin lo discutía. Pero ella le mostraría otra perspectiva, donde incluso al verse en el espejo le decía a su enfermedad: Hey, cáncer...