My heart is Open [Romanogers]

2

Una semana después, Tony ofrece una fiesta en la torre por el cumpleaños de Pepper. El genio no conoce el término de "unos pocos amigos". No hace falta acercarse mucho para escuchar el alboroto ocasionado por tantas personas reunidas bebiendo alcohol con la excusa de una celebración.

Llego del brazo de Clint, quien se ha unido al equipo el día anterior. Lo primero que hacemos es acercarnos a Pepper y la felicitamos. Ella luce radiante al lado de su novio. Hay muchos millonarios y políticos importantes en la fiesta.

―Romanoff, me agrada tu cambio de look ―comenta Stark después de saludar a Barton.

―Gracias. La fiesta no está mal ―le sonrío. Mi cabello ahora lo llevo más corto y me hice ondas para la ocasión.

―Hazme recordar que tengo una sorpresita para ti y para Rogers.

Elevo una ceja.

―Ten cuidado Tony, recuerda que puedo dejarte el ojo morado ―le advierto.

―¿La escucharon? ―le pregunta a Pepper y a Clint. Ambos niegan haciendo que sonría triunfalmente.

Los dejamos que sigan saludando a los invitados y vamos en dirección a las mesas de billar.

―¿Quieres beber algo? ―me pregunta Clint con amabilidad.

―Claro, comenzaré con whisky.

―Ya te lo traigo.

Veo a María en un rincón y voy hacia ella.

―Agente Hill ―le saludo.

―Romanoff ―hace un asentimiento―. El capitán Rogers está cerca de la barra ―me avisa.

Entrecierro los ojos.

―¿Y...?

―Estoy viendo que acaba de llegar cierta invitada rubia.

Me volteo con discreción para ver el ingreso de Sharon Carter. Le pedí a Hill que la agregara en la lista de invitados para que ella y Steve pasaran algo de tiempo juntos.

―Veremos si ponerlos en la misma fiesta sirve de algo ―comento viendo que Clint se acerca a nosotras.

Ellos se saludan y decidimos hablar de trabajo, lo sé, aburrido. Pasan unos minutos hasta que Rhodes se acerca a saludar y contar algunas de sus historias de War Machine. Clint decide ir a jugar billar, dejándome libre para que me acerque al doctor Banner.

―Es una fiesta grande, no debería estar solo ―comento acomodándome a su lado.

―Yo... Las fiestas así son especiales para Tony... Yo soy más una rata de laboratorio ―se encoje de hombros.

―Entiendo ―miro alrededor buscando a alguien que pudiese charlar con el científico. La doctora Cho es mi primer objetivo.

―Creo que no es el único que se siente fuera de lugar ―señalo en dirección a la mujer asiática que parece sonreír por compromiso a una pareja―. Quizá puedas salvarla y charlar sobre ciencia.

Bruce se lo piensa un poco antes de caminar en dirección a Cho. Voy por otra bebida cuando veo que Steve y Sharon se sonríen mientras hablan en uno de los sillones. Se supone que debo sentirme contenta porque al parecer el capitán ha progresado en el tema de las citas, pero algo me lo impide.

―Tengo que preguntar lo que está sucediendo ―comenta Sam Wilson, sentándose en la butaca alta a mi lado.

―Y te refieres a... ―le doy pie.

―A ti y al cap. Definitivamente sucede algo entre ustedes.

Le doy una palmadita en el hombro.