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Me limpio las lágrimas que están deslizándose lentamente en mis mejillas. Quiero decir algo, cualquier cosa, pero siento que mi voz no podrá escucharse.

A mi lado, Tony parece igual de afectado por la noticia. Apenas una parte del equipo regresó de la misión que implicaba capturar a Zemo y recuperar el libro rojo cuando Strange solicitó una reunión con Stark y conmigo.

―Entonces así es como morimos ―susurra el genio después de unos minutos en silencio.

Strange asiente con tristeza. Se encuentra parado frente a nosotros. Nos dijo información que considera importante para nosotros.

―Pero las cosas ya han tomado un rumbo diferente. Ese hubiera sido su futuro si yo no hubiese hecho bien mi trabajo de ver por el bien del planeta.

―No es el peor final ―me inclino hacia el costado para tomar brevemente la mano de Stark―, salvamos al universo.

―Necesito más detalles ―Tony observa demasiado aturdido al hechicero.

Stephen niega con la cabeza.

―No los necesitas. Ese futuro no se cumplirá. Si yo no hubiese tenido un sueño donde la Ancestral me decía que utilizara el ojo como debe ser, no estaría aquí.

La idea de morir para salvar a mi familia no me molesta en absoluto. Como el millonario, yo también quiero saber más, aunque eso no me ayude en nada en el presente. Ha pasado una semana desde que nos reunimos para el viaje astral. Me despido con la mirada antes de abandonar la habitación. Tomo el camino más largo para recomponerme.

Al llegar cierro la puerta. Necesito calmarme. Debo asimilar que lo que dijo Strange es cierto. Ya no se cumplirá lo que él vio. Mi muerte sigue siendo algo impredecible como la de los demás.

―Steve... ―su nombre escapa de mis labios, necesito tenerlo cerca.

Abandono mi plan original de tomar un baño y acostarme a compadecerme. Lo que en realidad deseo es estar cerca de Rogers, pero aún es muy temprano para encerrarnos en la habitación sin llamar la atención. Me cambio rápidamente algo más cómodo. No es muy difícil deducir el lugar donde puedo encontrar al capitán del equipo. En el gimnasio está él junto a la bolsa de boxeo, Wanda está practicando con sus poderes dentro de la habitación de cristal.

―Rogers... ¿qué opinas sobre ir a ver una película al cine? No puedo creer que aún no lo hemos hecho.

Bucky se acerca hasta nuestra posición.

―La propuesta suena interesante. Intenta quitarle un poco de polvo a este hombre de los cuarenta ―bromea con nosotros. Barnes se ve serio, como si él y Steve tuvieran algo de qué hablar. Él es el único que sabe de nuestra relación. Además, ya había aclarado con él que lo que sucedió en el pasado debía permanecer allí. Él no tuvo la culpa de ser manipulado.

―En diez minutos nos vemos en la entrada ―doy una orden que el capitán no puede objetar.

No vamos al cine, sino a un hotel de nivel medio ubicado a varios kilómetros de la base. El auto de Stark que tomamos prestado es realmente veloz. Esta vez he logrado que él conduzca con más confianza. Una vez en la habitación, me acerco a abrir las puertas que dan al balcón. El naranja del atardecer puede verse a lo lejos. No hay más que pequeñas casas a los alrededores.

―¿Qué está sucediendo? ―el rubio me abraza por atrás, recostando su barbilla en mi hombro. Debe resultarse muy incómoda la posición porque soy varios centímetros más baja que él. Acaricio sus brazos que están sobre mi vientre.

―Algo en la mirada que distinguí en la base me hace pensar que ya lo sabes ―indago.

Me gira lentamente para que lo pueda ver a los ojos. Está preocupado.

My heart is Open [Romanogers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora