My heart is Open [Romanogers]

1

Observo el reloj en mi muñeca derecha, estoy en el lugar indicado a la hora acordada. Mi cabello suelto roza una y otra vez mi saco de cuero. Sonrío cuando lo veo bajo un árbol en un rincón del parque. Se ve bien y eso me deja con una preocupación menos. No había podido ir a verlo al hospital debido a que estaba ocupada consiguiendo información.

―Te ves bien, Rogers. Casi siento envidia de lo bien que funciona el suero ―lo molesto al llegar hasta él.

Él sonríe incómodo y lo tomo como un pequeño triunfo.

―Esperé verte antes ―comenta mirando primero alrededor para finalmente fijarse en mí.

Me encojo de hombros, no habíamos quedado en vernos antes de esta reunión. Quizá esperaba que fuera a visitarlo cuando estaba recuperándose.

―Alguien tiene que lidiar con el gobierno y la prensa. Fury decidió permanecer muerto y tú no tienes experiencia con la diplomacia.

Steve eleva la ceja derecha.

―Bien, no tienes tanta experiencia como yo ―me retracto―, aunque todos sabemos que eres casi un anciano.

―Romanoff...

Le entrego la carpeta que llevo en la mano izquierda.

―Es todo lo que pude conseguir cobrando algunos favores ―le explico al darle el archivo del Soldado del Invierno.

La brisa de la mañana hace que el aroma de su perfume me llegue por momentos.

―Te lo agradezco mucho ―sonríe de medio lado―. ¿Qué harás ahora? ―me pregunta aparentemente interesado.

Hago una mueca.

―Debería desaparecer un tiempo después de que mi expediente ha sido expuesto, ya sabes... No creo que confíen tanto en mí.

Tengo que pagar el precio de nuestra victoria, lo cual no será muy difícil al estar acostumbrada a esconderme. Esta vez de los buenos, en caso de que decidan que soy peligrosa, y también de los malos que buscan vengarse de mí.

―No deberían juzgarte por tu pasado después del camino que has decidido tomar.

Meneo la cabeza.

―No todos piensan igual a ti ―me cierro. No quiero seguir hablando de esto, no con él.

―Nat...

―Será mejor que me vaya ―me acerco un poco más y él se inclina hacia adelante. Le doy un beso en la mejilla.

―Estaremos en contacto ―se despide.

Nos alejamos en direcciones contrarias. Antes de abordar mi coche, volteo para verlo una última vez, deseando no extrañar su presencia cerca.

No pasan dos semanas cuando Tony Stark me contacta para que me reúna con él. Al llegar a la torre Stark, me encuentro con Steve en la entrada.

―Espero que valga la pena. Interrumpí un viaje por venir aquí ―comento a medida que avanzamos hacia la sala de reuniones.

―Dr. Banner... ―saluda Steve al científico y yo hago lo mismo.

Al final estamos los tres esperando a Stark. El millonario llega unos minutos después, comiendo una bolsa de frutos secos.

―No tenemos al equipo completo porque aún no contacté a Barton ―se dirige a mí―. ¿Lo puedes localizar?

Asiento con seriedad, lo haré solo si es necesario.

―Pues... ―Stark hace un ademán y aparta una silla para sentarse― con eso y también está Thor. Quizá nos visite muy pronto para ponerlo al corriente. Mientras tanto ― extiende las manos sobre la mesa de cristal― nosotros tenemos que definir algunas cosas.