"Pocos saben lo crucial que pueden ser unas pocas personas para el rumbo del mundo...
La historia tal y como la conocemos fue forjada por las grandes personalidades, y destruida por las grandes personalidades, pero puede ser reconstruida, por las pe...
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Expuesto, siente mucho espacio libre alrededor suyo. La manera en que el sonido viaja a sus oídos como el susurro de un lamento, arrebatándole múltiples escalofríos. No es uno sólo, son muchos. Como si pudiera escuchar las almas de los salvadores que lloran en el camino ciego que él encabeza. Lloran desde que llegó Chelsea y lloran ahora porque desconocen su paradero y su suerte.
Sus pasos son fuertes, los de los guardias que escoltan a la decena de personas; es como una marcha militar. Todos pisan el suelo al mismo tiempo, mueven sus pies al mismo tiempo y, basado en el desorden de aire revelado por los salvadores a los que domina el miedo, pudiera deducir que también respiran al mismo tiempo.
Como soldados fríos. Sistematizados a hacer lo mismo.
Dedujo que bajan una rampa hacia un tunel, ya que el sol no daba al trapo en sus ojos. El hedor era más fuerte allí, en una mezcla de orina, escupitajos y heces cuyos aromas impregnaban el calcetín en la boca de los prisioneros.
Excepto a Dan. Dan no tiene la boca cubierta. Los guardias se la quitaron porque apostaron a ver cuánto tardaba en responder algo feo, el niño favorito del Santuario después de pasar todo el viaje hasta las habitaciones molestándolo.
Famoso por su carácter arrogante y que el filtro entre su cerebro y su boca, no sirve.
- No sé si es la primera vez que secuestran - comentó después de un largo rato ahora pudiendo ver, cómo lanzaban su gente a lugares con camas, muebles ordenadas. Como si los estuvieran invitando a quedarse - pero por si no lo saben, a los prisioneros los meten en una celda.
Uno de ellos se burló. Habían entrado a la zona residencial y aún no entendía la estructura que en la que se convertía Tatum, la comunidad de Los Calaveras, la segunda más fuerte en el área que comprendía desde Hilltop hasta Oceanside y limitaba con la Fortaleza.
Caminó con la barbilla en alto, presumiendo una fuerza que no existía en aquél instante. Dejando atrás a sus conocidos siendo ahora verdaderamente separado. Estaba solo.
Atravesar esas peligrosas tierras tan conocedoras de los más oscuros secretos, lo afligía, porque un paso en falso y todo terminaría mal. Porque para ellos los secretos y la información nueva estaba a la orden del día.
El hombre que iba empujándolo para que avanzara respondió después de a lo que Dan le parecieron minutos mientras que personas transitando despreocupadas cargando sus pistolas, lo miraban. Algunos cuchicheaban y alcanzó a escuchar su nombre acompañado de conjeturas que trataba de comprender.
