Mundo... ¿Al revés?✔

Capítulo doce.

Noté que las expresiones de las personas pasan por la incredulidad, luego la confusión, y después la gracia. Pareciera que creen que es una broma.

Me imagino que si, en mi realidad, el más payaso de la escuela viniera un día vestido de mujer, yo también quizás pensaría que es una broma.

Veo a Caroline con mis otras "amigas" apoyadas en el casillero. Se imaginarán cómo fueron sus caras al verme. Ya piensan que estoy loca.

La susodicha se acerca. -¿Qué carajo traes puesto?

Sonrío.

-Un vestido. ¿Te gusta?

Se ve molesta.

-¿De dónde sacaste eso? Te ves ridícula, nosotras no usamos vestidos.

-¿Por qué no?

-¿No lo ves? Serás el hazmerreír de la escuela. Últimamente te estás preocupando en manchar tu reputación.

Ruedo los ojos.

-Y tú has hecho un esfuerzo inhumano para sostenerla. ¿Cuál es el caso? Vestiré como quiera.

Niega con la cabeza.

-¿Qué sucede contigo?

Me encojo de hombros.

-Soy de otra dimensión.

Arruga el ceño. -¿Qué?

Viene una de las chicas aguantándose la risa. -¿Te disfrazaste de chico hoy? Genial. ¿Hacia quién es la broma?

-No hay broma.

Se pone seria. -¿Me estás jodiendo?

Caroline suspira. -No lo está, vámonos.

Se van y yo camino hacia mi clase de español. A mi profesor no le caigo bien.

Llego y él me mira como si nada le sorprendiera.

-¿Realmente vas a entrar vestido así?

Asiento.

Se resigna y me deja pasar. A medida que se llena de alumnos, recibo más y más miradas graciosas.

Me gustaría decir que nada de esto me importa, pero sí lo hace. Me intimidan las burlas y la desaprobación.

Unas chicas al pasar, tiran mi carpeta al piso. Todos ríen.

-Lindo vestido.

Me encojo en mi asiento.

El profesor comienza la clase. -Simple Past conjugates differently depending on whether is a regular or an irregular verb...

Siento que me tocan el hombro.

Es un chico de rasgos suaves y ojos grandes. Por su postura, pareciera que es tímido.

-¿Eres gay?

¿Por qué todo el mundo cree que soy gay?

-No.

Luce confundido.

-Me gusta tu vestido. ¿Dónde lo conseguiste?

-Lo hice yo.

Se sorprende.

-¿En serio? ¿Diseñas ropa?

-Algo así.

-¡Genial! ¿Cuánto cobras? ¿Me harías uno a mí?

Mi pecho se llena de alegría. No había notado cuánto necesitaba una respuesta positiva o cuánto me afectaba el rechazo.