Mundo... ¿Al revés?✔

Capítulo diecisiete.

Oliver's POV

Amelia está loca.

Cuando creo que estoy más cerca de entenderla o saber algo de lo que trama o está pensando, salta con algo nuevo que me sorprende aún más.

Y después dicen que los hombres somos los complicados.

¿"Haz lo que a ti te haga sentir cómodo"? ¿En serio?

Le hago preguntas esperando recibir comentarios de lo más hembristas para en realidad encontrarme con frases alentándome a sentirme cómodo con mi cuerpo.

¿La chica que ultrajó de esa manera a mi mejor amigo es la misma que ahora me está diciendo que los hombres deberían elegir si depilarse o no? Justo después de que salgan videos a la luz de ella incendiando el coche de su amiga.

Reconoce que actúa mal y al mismo tiempo me persigue para que le dé un beso.

Sin dejar de lado el hecho de que asegura venir de un mundo paralelo.

Aún así no puedo evitar sientir pena por ella al verla en ese estado, toda lastimada.

El profesor de matemática entra en la clase y nos da un par de ejercicios a resolver. Logaritmo. No entiendo nada.

Miro de reojo cómo Amelia los resuelve rápidamente y apoya el lápiz en el escritorio.

¿Desde cuándo es buena en matemática?

No importa, disimuladamente inclino la cabeza un poco al costado e intento captar la resolución de sus ejercicios.

-¿Te estás copiando?

Salto al escuchar su voz.

-Pfff. ¡Claro que no! -digo, en un tono más exagerado de lo que quería.

Eso le causa gracia. -¿Quieres que te explique?

¿Está siendo amable conmigo?

Me quedo callado durante unos minutos, no sé qué responder. Ella tampoco dice nada. ¿Por qué sigue siendo atractiva aún con la cara golpeada? ¿Por qué pienso estas cosas?

Asiento. La verdad es que necesito ayuda o me llevaré la materia.

Toma mi hoja, borra todo lo que me había copiado, y comienza a hacerlo desde el principio.

Me va explicando parte por parte lo que hizo, pero aún así mi mente parece estar en otro lado. Creo que no es suficiente enseñarme cómo es desde el principio del ejercicio, sino desde que empezó la materia.

-Sacas el 1/2 como potencia y lo multiplicas adelante, dentro de paréntesis conviertes la multiplicación en suma y resuelves el logaritmo, log10 es igual a 1, ya que cuando no hay nada en la base, significa que es un 10 y si la base y argumento son iguales, el resultado es 1. ¿Entiendes?

Asiento aunque no tengo ni la menor idea. Ella prosigue y me entretengo al mirar cómo se mueven sus labios hasta que termina de resolverlo.

-Ahora hazlo tú.

Estoy en blanco. ¿Se habrá dado cuenta que le presté cero atención?

-Oye, y en ese mundo del que dices ser, ¿las películas y artistas son iguales sólo que cambiadas de género o todo es completamente distinto? -Me siento orgulloso del espectacular cambio de tema.

Ella comienza a reirse, negando con la cabeza. Yo sonrío también.

-La realidad es que no tengo idea, hasta ahora todo lo que he visto no existe en mi realidad. Y cuando mencioné a Billie Eilish nadie sabía de su existencia, lo cual tiene sentido porque al ser de otro género (o más bien que tu alrededor le identifique cosas distintas a tu sexo), las vivencias y/o manera de criarte pueden ser muy distintas.

La escucho atentamente.

-Quizás a Billie en esta realidad le gustó más el fútbol que cantar y las cosas no se dieron de la misma manera. -dice- lo que igual me resulta extraño porque la mayoría de cosas son idénticas, mis padres se conocieron de la misma manera y nos tuvieron a mí y a mi hermano igual.

Me sorprende lo convencida que está de que esta otra realidad existe y que ella es una persona distinta. ¿Por qué no simplemente afrontar los errores que cometió y hacerse responsable en vez de echarle la culpa a su alter-ego?

Decido seguirle el juego. Pongo la mano en mi barbilla como si estuviera pensando.

-¿Qué hay de Titanic?

Sus ojos se iluminan.

-¡Titanic existe! ¿Jack y Rose?

Me río mucho, tiene una gran capacidad de rápida invención.

-Más bien Jackie y Robert.

Levanta una ceja. -¿Realmente tienen esos nombres tan horribles aquí?

Me cruzo de brazos. -No. Jack y Rose son muy malos.

Ella rueda los ojos. -Tengo que ver esa película.

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Entro a mi casa para encontrarme a mis padres haciendo yoga en el salón, vestidos de blanco. Ya estoy acostumbrado a este tipo de escenas.

Emily está leyendo un libro en la esquina, me ve llegar, y luego vuelve a su lectura.

-¡Hijo! ¿Quieres acompañarnos? -habla mi padre.

-No, gracias. Paso.

Subo al baño y comienzo a quitarme el delineador negro, me lavo la cara y bajo a comenzar a hacer la comida.

Corto el zapallito en pequeños pedazos y lo tiro a la sartén junto con otras verduras, mi papá se me une luego de terminar con la yoga y me dice que él se encarga, que yo ponga la mesa.

Lo hago mientras Emily y mi madre miran un partido de fútbol.

Después de eso, todos comemos y yo subo a estudiar y dormir.

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Mi familia es amante de la naturaleza, por lo que nuestro jardín está lleno de plantaciones y otras cosas. Viajamos cuando no tenemos clases, nos encanta conocer nuevas culturas.

Los fines de semana escalamos montañas, que hay cerca de casa. No entiendo por qué nadie más lo hace, es muy lindo.

De todas formas, estoy preocupado porque quizás no llegaré con el tiempo a ensayar para la obra, y quiero quedar en el papel protagonista. Eso me hace recordar a Amelia, cuando me persiguió tratando de averiguar para qué personaje estaba audicionando.

Vuelvo a vestirme de negro, como hago usualmente, y me cuelgo la mochila en el hombro.

Pienso en que este es mi último año escolar y no tendré que pisar nunca más este horroroso instituto.