Capítulo veintiséis.

184 26 20
                                    

Me encuentro en la clase de historia, estamos viendo la Primera Guerra Mundial. Aunque piense que es súper interesante el tema, estoy nerviosa porque sé que Jamie hace ya casi un mes le hizo la denuncia a la directora y a la profesora, y hoy será cuando la policía venga a delegarlas de su puesto.

Si no me equivoco, también llevarán a la profesora de sociología a interrogación.

-Veremos la incorporación de los hombres en la economía de guerra. ¿Alguno sabe por qué los estados decidieron acudir a ellos para producir?

Dirijo mi mirada a Oliver, él también sabe lo que sucederá hoy e intuyo que está nervioso del mismo modo que yo.

Últimamente hemos pasado mucho tiempo juntos, lo he ayudado bastante con la obra y pienso que ya ha dejado de juzgarme por mi pasado. Nos volvimos amigos cercanos.

Tengo miedo de que cuando Chris vuelva a clases, él se alejará por respeto a su mejor amigo.

Un chico de adelante levanta la mano.

-Para mantener a casi 70 millones de mujeres en combate, era necesario tener una economía centrada en la producción de armas, balas, vestimenta para la guerra, etc, racionando la comida de los civiles. Y la partida de las mujeres agravaba la situación, ya que no había nadie que produzca para mantener la guerra en pie. Por lo que se acudió a los hombres.

-Muy bien. ¿Qué comenzaron a hacer los hombres entonces? -la profe pregunta.

Oliver me hace señas de que nos quedemos cerca de la oficina de la directora después de clases.

Asiento.

-Ellos empezaron a tomar los puestos de trabajo que eran especialmente destinados a las mujeres en ese entonces. Los hombres hicieron armas, balas, construyeron bombas, buques de guerra, condujeron camiones, fueron oficinistas y policías. Además, viajaron a la batalla a ayudar como enfermeros. -alguien más responde.

Cuando toca el timbre, espero a Oliver y caminamos hacia la oficina de la directora.

Él sonríe y mira hacia atrás mientras medio trotamos.

-¿Qué crees que ocurrirá? -pregunta.

-No lo sé, espero que la despidan.

-¿Piensas que estaremos en problemas si todo sale mal?

-Probablemente, pero no me importa. Si nos expulsan, iremos a otro colegio el cual los alumnos no sufran abusos.

Eso parece darle confianza y asiente repetidas veces, seguramente afirmándose que actuamos como era debido.

Llegamos en frente de la oficina. Nos miramos, sin estar seguros de qué hacer, y escuchamos a alguien acercarse, por lo que corremos.

Nos situamos detrás de una planta, desde aquí podemos ver la puerta de la oficina con claridad.

Esperamos, escucho su respiración en mi oreja. Me doy cuenta de su cercanía, reprimo los pensamientos de cómo eso me hace sentir para concentrarme en lo más importante. La persona que está viniendo y el no ser descubiertos.

Me llega un mensaje de Francis.

Franloco:

Águila llamando a cabeza amarilla.
¿Están en posiciones?

Yo:

Ya te dije que no me digas cabeza amarilla. Correcto. Alguien se está acercando.

Franloco:

Bien, aquí estoy con Jamie. Manténme al tanto.

Guardo el celular y los veo. Son dos policías mujeres y un hombre vestido con un traje que yo caracterizo como femenino. Él tiene una pollera entubada y una camisa adentro, un poco suelta. Está llevando un maletín, probablemente sea un asistente social.

Mundo... ¿Al revés?✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora