Capítulo veinticuatro.

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Francis, Jamie y Oliver se dirigen hacia ellos. Yo me quedo en una esquina esperando que la marcha pase, me dicen que buscarán al profesor y vendrán a donde estoy.

#Niunomenos está escrito en algunas banderas.

O frases como:

"Vivos nos queremos" "Somos los nietos de los brujos que no pudiste quemar" "Quien ama, no mata ni maltrata"

Y muchas otras más.

Me paso el tiempo leyendo los carteles hasta que distingo al profesor y los chicos acercarse.

Ellos vienen con un par de personas más vestidas de rojo, que supongo son los militantes.

Son muy amables con nosotros y aconsejan a Jamie de ir a hacer una denuncia, tanto a la profesora como al colegio. Entonces lo guían a lo que supongo será la comisaría ya que nosotros nos vamos.

En la mitad del camino de vuelta, antes de subirnos al metro, paramos a tomar un café. Entramos y un chico nos atiende.

Francis se levanta para ir al baño y quedamos Oliver y yo solos.

Me distraigo mirando a la ventana. Hay silencio.

-¿Estás enojada?

-No.

-Lo siento.

-No lo sientas.

-No creí que eras del tipo que se ofende fácilmente.

Alzo una ceja. -¿De qué tipo creías que era?

-De ese que besan a los chicos y los dejan sin remordimiento. Que no se comprometen.

-¿Y cuándo yo te dije que era así?

Él juega con la parte superior del vaso.

-Lo supuse por tus acciones anteriores.

Esto colma mi paciencia.

-Oye, si no crees que no soy la misma persona, si crees que soy la mierda misma, simplemente aléjate de mí. Porque yo siempre fui amable contigo y estoy cansada que actúes en base a prejuicios contra mi persona. -tomo aire -De ahora en más, no quiero saber más de lo que crees que soy.

Se queda sorprendido. Me siento mal por tratarlo así, trato de hablar más calmada.

-Mira, lo único que pido es que si deseas juzgarme constantemente, no vayas luego y me beses. Porque me haces pensar que tal vez... Olvídalo.

-¿Que tal vez qué?

-Nada, no es importante.

-Dime.

-Que tal vez te gusto.

Tiene sus ojos muy fijos en mí, como si me estuviera analizando.

-¿Por qué pareces sincera?

-Porque lo soy.

-No es posible que una chica como tú esté teniendo inseguridades a la hora de gustarle a alguien tan ordinario como yo. Más cuando eres tan conocida por tener el ego por los cielos.

Ruedo los ojos. -Y aquí vamos de nuevo con la idea que ya tienes de mí en tu cabeza.

-¡Pero es imposible no pensarlo con tu historial! ¿Cómo sé yo que no te cansarás de mí como lo haces con... mmm, no lo sé, todos?

Abro la boca para contestar cuando llega Francis.

-¡Llegué! Y traje los batidos. ¿De qué me perdí?

Mundo... ¿Al revés?✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora