Capítulo veinticinco.

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-Madre.

Ella no se mueve un centímetro, como si fuera de piedra. No puede salir del shock.

Se aclara la garganta.

-¿A qué debo...? ¿A qué se debe tu visita?

Lo pienso por unos momentos. Me doy cuenta que no sé realmente qué decir. ¿A qué vine? ¿Qué le digo?

Mamá, vengo porque soy de otra dimensión en donde tú eras la única constante en mi vida y ahora me siento sola y necesitaba verte.

Decido fingir que soy fuerte y actuar como si nada me importara. Total, esto será como si nada hubiera ocurrido cuando vuelva. ¿Verdad?

La pregunta es: ¿Volveré algún día?

Tomo la silla en frente suyo y me siento. Ella me mira con curiosidad.

-Quiero respuestas.

Se pasa la mano por el cabello y agarra su nuca.

-Está bien, adelante. ¿Qué quieres saber?

-¿Por qué te fuiste?

Ella suspira, mira al costado, luego arriba, evita mis ojos.

-Yo era muy joven para ser madre, recién cumplía los 21 y no me sentía lista. Cuando me enteré que estaba embarazada era muy tarde para abortar, por lo que te dejé en brazos de tu padre. Era muy inmadura en ese entonces, yo deseaba estudiar y no me sentía preparada para dedicarle mi vida a una criatura, sin siquiera haber vivido la mía todavía. Lo siento, dejé mucha responsabilidad en los hombros de tu padre, pero él quería tenerte. Se negó a darte en adopción, por lo que acepté.

¿Darme en adopción? ¿Eso quería hacer mi madre conmigo? Una sensación de dolor inunda mi pecho.

-Quizás debí aparecer en sus vidas luego de haber formado mi carrera, pero creí que ustedes ya no me querrían ni aceptarían. Por lo que me acobardé.

Busco algo que hacer con mis manos, tomo mi cadena con signos musicales.

-Pero... tienes un hijo de mi edad por lo que vi. -le contesto.

-Ese es mi hijastro, hijo del hombre con el que estoy casado en la actualidad. El niño es hijo de los dos.

-¿Es mi hermano?

Asiente.

Bueno, ver a mi madre está siendo más difícil de lo que pensaba. Nunca imaginaría que la persona con la que compartí toda mi vida me diría que no deseaba tenerme, por más que sea en otra dimensión.

No la juzgo, yo no sé cómo actuaría si descubro que estoy embarazada ahora, pero no puedo evitar sentirme mal y dolida.

Pienso que ya sé lo suficiente, hice lo máximo que pude aguantar, y determino que esto no me llevará de vuelta a mi hogar. Por lo que me levanto para irme.

-Espera. -toma mi brazo. -Que en ese momento no haya estado listo para ser madre, no significa que ahora no lo esté. Quizás es tarde para ti, ya que casi eres una adulta, pero quiero que sepas, tanto tú como Luke, que si alguna vez necesitan algo, pueden recurrir a mí. Me gustaría compensar mis errores, y también me gustaría establecer una relación con mis hijos. He cambiado, y realmente lo lamento.

Creo que la cosa más difícil es rechazar a alguien que quiero tanto. Ella no tiene ni idea porque no comparte los recuerdod que yo tengo, pero no podría nunca estar peleada tanto tiempo con mi madre.

-Lo pensaré. -contesto y me voy, ofuscada.

-Creo que has sido muy valiente. -Habla Oliver durante la vuelta.

-Gracias. -contesto.

-¿Fue como lo esperabas?

-No, en realidad. En mi dimensión ella me había criado, por lo que fue difícil ver a la persona con la que compartí toda mi vida despreciarme en cierta forma.

Eso lo hace sonreír

-Claro, había olvidado lo de la dimensión. ¿Me repites cómo funcionaba? Es decir, ¿los hombres actuaban como mujeres y viceversa?

Me reacomodo en mi asiento y le empiezo a relatar todo bien desde el principio. Cómo era mi mundo antes y cómo me resultó la adaptación. También le dije que yo no le hice nada a Chris y cómo me cansaba que me echaran la culpa de algo que no hice. Le conté también que me resigné a que no me crean y a aceptar la vida de  la otra Amelia.

Yo sé que una parte suya desea creerme, y también entiendo que otra se niege a hacerlo. Suena loco, yo tampoco lo creería si me lo contaran.

Debo sonar convincente, porque le fui contando cada aspecto de mi mundo y cómo las cosas eran distintas. Desde la edad de piedra hasta el día de hoy.

Veo cómo un rastro de culpa pasa por su rostro cuando le recuerdo cómo me trató antes, también le cuento que perdí a mi mejor amiga y el ataque de Caroline.

Quizás piensa que estoy loca pero muy convencida y la culpa es porque si fuera así, no serían a propósito las cosas que hago.

-Entonces a eso te referías cuando nombraste lo del aborto.

-¿Cuándo?

-Cuando preguntaste si la marcha masculinista era por el aborto, es porque en tu mundo las mujeres serían las oprimidas y eso es algo femenino, por lo que supongo no sería legal.

-Has supuesto bien.

Comienza a reirse.

-Pienso dos cosas: o lo que dices es verdad, o tu mente loca es tan lista que cubre todos los hilos sueltos.

-Yo optaría por la primera. -Sugiero.

-Seguro.

Mientras veo mi reflejo en la ventana del auto, reflexiono sobre lo que hice hoy.

¿Qué hubiese sucedido si, al reencontrarme con mi progenitora, hubiera vuelto a mi mundo?

¿Qué pasaría con Luke? Este Luke, lo siento tan mi hermano como el anterior. ¿Debería despedirme de él? ¿Tengo que elegir siempre a uno?

¿Y con mi padre? Esta versión de mi padre, la que me ama. ¿Quiero decirle adiós?

Observo al chico a mi lado, había puesto la radio y sonreía de lado mientras tarareaba una canción, golpeando ligeramente el volante con los dedos.

Oliver.

Todos mis momentos con él se habrían ido. El Oliver de mi realidad era casi un idiota.

No sé por qué, pero una sensación desagradable me recorre al pensar el despedirme para siempre.

Este lugar no está tan mal, las mujeres ascienden rápidamente en el trabajo, aquí casi no corro peligro de ser violada o secuestrada si camino de noche. O que alguien intente propasarse conmigo si salgo a un bar, o que me acusen de puta si soy libre con mi sexualidad, no debo depilarme, no hay nadie que me pregunte cómo haré con mi marido si no sé cocinar, que me pregunten para cuándo el bebé si no tengo un hijo después de los treinta, y la lista continúa.

¿Puedo adaptarme a este mundo y superar mi anterior vida?

La real pregunta es:

¿Fui a ver a mi madre para volver? ¿O porque deseaba convencerme de que ella en realidad no me quiere? Haciendo más fácil no extrañarla si me quedo aquí para siempre.

Mundo... ¿Al revés?✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora