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Se han ido.

— ¿Estás lista?

» por su puesto que no. «

— eso creo, SeokJin hyung — aspiré tanto aire como mis pulmones me lo permitían. Apretaba con fuerza las correas de mi mochila, tanto que podía ver cómo mis nudillos quedaban en un color blanco. Solté el aire — ¿Dónde está Namjoon hyung? — no estoy lista.

— sigue en la azotea, esperando — palmeó con suavidad mi espalda, pude notar su nulo intento de mostrarme una sonrisa. Dejó salir un suspiro cerrando con fuerza sus ojos, sabía lo que venía — no quiero que te vayas — por favor, no hagas ésto — ¿Cómo voy a saber que mi niña está bien?

No no ¡No! ¡Fuera nudos en mi garganta! Ésto no es una despedida ¿Verdad?

. . .

Kae Yun

La puerta había sido cerrada tras de mí, tal vez en el transcurso del día me arrepienta de haber dejado así a Jin, pero no quería pensar en eso por el momento.
Me encontraba ya en la parte trasera de la casa, ahora es cuando debía de comenzar el recorrido de "la ruta 1".
Había salido por la puerta trasera de la casa, lo cual ya era bastante difícil ya que además de que casi no había árboles para trepar en caso de emergencias, debía de bajar por la alta colina de tierra y césped seco. Sentía la adrenalina recorrer cada parte de mi cuerpo, mis manos apretaban las correas de mi mochila y mi pecho subía y bajaba rápidamente, como si hubiera recorrido un largo maratón.

— pierdes tiempo — susurré para mí misma. Tragué saliva y suspiré, tal vez milésima vez en el día.

Namjoon me había asegurado que todo estaba totalmente despejado, así que me dejé llevar por la adrenalina del momento, me agaché y me deslicé con agilidad cuesta abajo por la no tan inclinada colina, cuidando de no hacer mucho ruido en el proceso; apenas toqué el césped seco con la planta de mis pies, sujeté con fuerza el arma blanca que sostenía en el cinturón de mi pantalón, miré a todos los lados hábiles y por haber, quedándome unos segundos en completo silencio, prestando atención a cualquier ruido que anuncie peligro. Silencio.

Avancé con cautela por los prados de césped seco y largo, recogiendo piedritas que llegaba a encontrar en mi camino, tratando de llenar mi puño con ellas. Eran cerca de 8 kilómetros lo que tenía que recorrer, a pie; en un día normal, eso me demoraría 1 hora, máximo 2 de ida y vuelta, pero correr en éstos momentos, no parecía buena idea, no teniendo en cuenta que cerca de aquí habían pequeñas casas de campesinos; "personas", seguramente ahora salvajes, o si tenían suerte de estar sanos, seguían siendo salvajes con armas de fuego.

"Salvajes con armas de fuego."

Esperaba que los demás estuvieran bien.

. . .

— Despejado.

Recorrer el camino boscoso de regreso al área oeste del centro no parecía buena idea, teniendo en cuenta que cualquier crujido de las ramas y hojas secas podrían poner en riesgo no solo el destino de nuestra misión, si no obviamente, también nuestras vidas. Agradecía internamente que la brisa de la mañana hubiera frenado, aunque no podía decir lo mismo de nuestra posición.

— espera... ¿escuchas eso?

Me detuve. Sí, nuestra posición ahora era muy arriesgada. Parados en medio del bosque, las ramas bajas y arbustos hacían nuestra visión más dificultosa ya que no podíamos ver más allá de unos pocos metros, no sabía hacia dónde mirar, y no podía ver hacia atrás, no sabía de dónde provenía ese pequeño ruido.

— no te muevas...

Y sí, quizás estábamos prácticamente rodeados de cosas inmóviles que podían despertar en cualquier momento. Cosas ciegas que tenían un oído más agudo que cualquier animal.

Shoot The Head [CANCELADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora