SHIN UCHIHA

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Esos días entrenando Sasuke con Itachi habían dado fruto.

Itachi estaba a punto de recibir un shuriken por la espalda, Sakura al observar ello se acerco a un ninja muerto y tomó sus shurikens para comenzar a lanzarlos y tirar uno a uno aquellos que se dirigían al pelinegro.

Esta acción sorprendió a Itachi y a los demás presentes pues no era más que una pequeña niña, en eso apareció un sujeto pelinegro, que se presentó como Shin Uchiha, la pelea seguía solo que ahora Shishui peleaba contra este sujeto que de un momento a otro atravesó el cuerpo del joven.

Justo en ese momento Dan y Tsunade llegaron y después de arrebatar los ojos del cuerpo de Shishui, Shin y los demás ninjas desaparecieron.

Justo en ese momento Dan y Tsunade llegaron y después de arrebatar los ojos del cuerpo de Shishui, Shin y los demás ninjas desaparecieron

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Tsunade―Itachi ¿Qué paso? ―Dijo la rubia conmocionada tirando de los hombros del pelinegro quien lloraba desconsoladamente.

Dan abrazo a Sasuke y Sakura mientras veía la escena, llegaron anbu y comenzaron a levantar cuerpos. Itachi seguía en shock, el ya poseía el sharingan, pero al ver morir a su tío algo había cambiado, sus ojos ardían, ahora tenía el mangekyo sharingan.

Sakura vivía ahora con sus tíos vigilada a cada momento por anbus, la familia Uchiha estaba de luto, Sasuke había despertado el sharingan, estaba muy triste y nuevamente no quería salir a jugar con otros niños, Itachi estaba encerrado, no dejaba que nadie se le acercara, no comía, estaba mal. Esa tarde Sakura había cumplido 6 años.

Tsunade―Pídeme lo que quieras Saku, Dan y yo te lo daremos.

Los padres de Sakura no volvían y ahora ellos la cuidaban como si fuera hija suya.

Sakura―Quiero ver a Itachi-san.

Ambos se quedaron boquiabiertos, la niña había estado muy melancólica y ellos entendían que lo extrañara, asintieron y fueron en dirección a la mansión Uchiha.

Mikoto―Tsunade-san pasen.

Tsunade―Mikoto-san ¿Crees que Sakura pueda pasar a ver a Itachi?

Fugaku―No creo que el quiera, pero yo llevare a Sakura a su habitación. ―Dijo tomando a la niña de la mano y empezando a caminar.

Tsunade―Gracias, ella lo ha extrañado mucho.

Mikoto―Quizás le haga bien verla. ―Dijo Mikoto esperanzada.

Dan―Itachi es un chico muy sensible, no deberían permitir que siga así, puede enfermarse.

Fugaku y Sakura llegaron a la habitación de Itachi, tocaron la puerta.

Fugaku―Itachi ¿Puedo entrar?

Itachi―...

Fugaku―Itachi tienes visitas

Itachi―...

Sakura―Itachi-san...

Momentos después la puerta se abrió dejando ver a un pelinegro ojeroso, apenas se abrió la puerta la pelirrosa soltó la mano de Fugaku y abrazo a Itachi, este correspondió el abrazo y comenzó a llorar.

Sakura―Itachi-san te extrañe.

Después de eso Itachi se fue de la aldea, viajaría a la aldea de la arena para ser entrenado por el kazekage por cinco años pero antes de irse debía hacer algo importante: Despedirse de la niña con cara de muñeca, fue hasta la casa de Tsunade y burlando a los anbus entro por el balcón de la habitación de la pequeña pero ella no estaba, comenzó a caminar por la casa buscándola hasta que la encontró en el patio trasero hablando con... ¿su tío Madara?

Madara­—Pequeña debes cuidarte mucho mientras yo no este aquí, debo viajar por un tiempo y quizás no te vea pronto así que no olvides entrenar para que cuando regrese vayamos a comer dangos juntos ¿Esta bien?

Sakura—Sí tío Madara, entrenaré muy duro, por favor vuelve pronto.—Dijo extendiéndole una cajita.

Madara—¿Qué es esto?

Sakura—Es para ti.

Madara abrió la curiosa cajita que contenía un pequeño broche en forma de flor de loto, Itachi hervia de envidia desde la oscuridad.

Madara—Es muy bonito pero no se si lo luzca bien.—Dijo con un poco de vergüenza.

Sakura—Por favor uselo Madara-san.—Suplico.

Acto seguido Madara saco el pequeño broche y se lo puso.

Madara—Cuidate mucho y dale mis saludos a Tsuna y Dan.—Dijo mientras la abrazaba y se iba en un puf.

Itachi no sabía si acercarse ahora, se sentía intimidado por su tio Madara pero fue descubierto por Sakura.

Sakura—¿Itachi-san?

Itachi—Si...

Sakura—¿Qué haces escondido?

Itachi—Amm bueno, yo...

Sakura—¿Tú?

Itachi—También venia a despedirme.

Sakura—¿También te irás? ¿A dónde?

Itachi—Debo irme a entrenar por un tiempo a la aldea de la arena.

Sakura— ¿Cuánto tiempo?

Itachi—5 años.

Sakura—Es demasiado... ¿Puedo ir contigo Itachi-san?

Itachi—No Sakura-san.

Sakura—Pero es que yo no quiero que me dejen sola Itachi-san.—Dijo con los ojos vidriosos.

Itachi—Pero aquí están tus tios y tus amigos también.

Sakura—Pero tu te irás.

Itachi—Lo siento Sakura-san... Tengo algo para ti.

Sakura—¿Algo para mi?

Itachi—Sí, toma.—Dijo extendiendo su mano con una caja con un enorme liston rosa.

Sakura la abrió se llevo la sorpresa de que la caja contenia un enorme peluche de dangos, un dango rosa y uno verde.

Itachi—Hace poco fue tu cumpleaños y no te había dado ningún regalo, asi que pensé en traerlo hoy.—Dijo avergonzado.

Sakura—¡Es hermoso!

Sakura abrazaba fuertemente al peluche con una enorme sonrisa, Itachi se sentía satisfecho hasta que ella lo dejó caer...

EL REFLEJO DE TU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora