Catch me, detective.

CAPÍTULO 4

Kim Jennie

Kim Jennie era una mujer de 36 años, de piel clara, castaña, de buena figura, pero no demasiado voluptuosa; sin embargo, ésto no impedia que se viera jodidamente sexi.
¿Su mejor atributo físico? Su rostro.
Jennie tenía una cara totalmente visual, parecía que los dioses ya sabían que ella iba a nacer en una familia adinerada.
Lastimosamente, su belleza exterior no concordaba con su personalidad. Y es que Kim Jennie, solía ser desagradable y malheducada; siendo la hija menor del multimillonario, también era una niña mimada.

ㅡ Por aquí, por favor. La señorita Kim está en la piscina.

Mas el detective llegó a conocerla en un momento donde la juventud les pegaba a flor de piel y sabía que esa era sólo una máscara, pues la chica tenía un corazón.

Seokjin fue guiado por el interior de la casa, ¡va! Qué digo casa, prácticamente era una mansión. No tan grande como la de SonJoon, pero sin dudas más grande que su casa, o que cualquier casa normal.

Llegó al patio, un gran parque, de hecho. A un costado, una gran piscina cortaba el suelo.
ㅡ Señorita Kim, el señor Kim SeokJin vino a verla. Es asunto de la policía.

Desde abajo del agua, una figura femenina surgió y, cómo si fuera una publicidad de perfume, Jennie emergió, subiendo por las escaleras.
El agua cayendo por su cuerpo, remarcando las poco notorias curvas. Con sólo un bikini negro, la mujer tiró sus cabellos mojados hacia atrás y caminó hasta Seokjin. Listo, el perfume había sido vendido.

ㅡ ¡Seokjin! ㅡ sonrió ㅡ Ahora detective, ¿no es así?

ㅡ Hace años, sí. ㅡ sonrió

ㅡ ¿Qué te trae a mi humilde morada? ㅡ preguntó mientras tomaba la toalla que su empleado le extendía, atandola al rededor de su pecho.

ㅡ Pues, es por el caso de tu padre, Jennie.

ㅡ Oh, cierto que se murió, qué mal, ¿no? ㅡ señaló unas sillas playeras, ofreciendo sentarse ㅡ ¿Cuando es que fue? ㅡ simuló pensar, mientras tomaba asiento.

ㅡ Justamente ayer ㅡ sonrió, sentándose también.

ㅡ¿Ah? Pues, qué mal. ㅡ volvió a decir.

ㅡ De hecho, creí que estarías llorando en tu cuarto o preparándote para el velorio, pero te encuentro aquí nadando en la piscina.

ㅡ Van a cremarlo, ¿no sabías? Mi hermana lo decidió.

ㅡ ¿Y tú?

ㅡ Yo estoy disfrutando del día ㅡsonrió, recostandose sobre la silla y colocándose unos lentes de sol.

ㅡ Casi pareciera que no te afectara su muerte. ㅡ inquirió.

La sonrisa de Jennie se cambió radicalmente a una mueca de disgusto. Quitándose los lentes de forma brusca, se sentó y lo miró con enfado. ㅡ Por supuesto que me afecta ㅡ escupió ㅡ Amaba a mi padre como no tienes idea, ¿cómo te atreves siquiera a insinuarlo?

ㅡ ¿Morirás viejo?

ㅡ ¿Eh? ¿A demás me insultas?

ㅡ No ㅡ rió ㅡ ¿No recuerdas esas palabras?

ㅡ ¿Estás preguntándome si yo dije eso? ㅡ rió estruendosamente ㅡ ¡Por supuesto que dije algo así! ㅡ concedió ㅡ Pero no vas a acusarme con algo como eso. Estaba enojada, y por supuesto no lo decía en serio.