Por una vez, Chanyeol no recogió a Baekhyun para llevarlo al instituto.
¿Se habría enterado ya de lo de la noche anterior? ¿Estaba enfadado con el?
¿O lo habían herido en la mansión de los vampiros? Aquel ardor de estómago…
Cuando Baekhyun se dio cuenta de que él no iba a ir, Taeyeon ya se había marchado. Así pues, podía ir andando y perderse la primera clase, con la consiguiente falta de asistencia en el expediente, o pedirle a su padre que lo llevara y soportar la conversación con él. Cualquiera de las dos cosas le parecía una tortura.
El siempre llegaba temprano. Si no estaba diez minutos antes de la clase, consideraba que había llegado tarde. Sin embargo, intentar hablar con su padre… Uf. Él le iba a preguntar cómo iban las cosas con Chanyeol. No podría evitarlo. Y el no podía responder en aquel momento. Así pues, él se vería obligado a hablarle del sexo, a mencionar los preservativos y las enfermedades de transmisión sexual. El enrojecería de vergüenza y llegaría tarde para siempre, porque se moriría.
Al final decidió ir andando. Su padre no intentó detenerlo, pero le lanzó una manzana a la mano cuando salía corriendo por la puerta. Baekhyun seguía sin tener hambre, así que tiró la fruta en cuanto dejó el vecindario. Algún perro lo agradecería. Era mejor eso que vomitar con sólo pensar en darle un mordisco.
Si no sentía apetito pronto, tendría que hablar con alguien.
Suspiró y apretó el paso. Hizo el trayecto por las calles principales, lo que le ahorraría unos diez minutos de camino. Desde que salía con Chanyeol, había abandonado aquella ruta.
¿Dónde estaba Chanyeol? ¿Estaba bien? Y Kai, ¿había salido bien parado de las presentaciones? ¿Lo había atacado alguien? Baekhyun odiaba que lo hubieran dejado atrás. La próxima vez iba a… ¿A qué?, se preguntó con ironía. ¿A exigirles que lo llevaran? ¿A llorar solo en su habitación?
El aparcamiento del instituto estaba lleno cuando llegó, pero no había nadie en la entrada, y los pasillos estaban vacíos. Eso significaba que la campana de comienzo de las clases había sonado hacía un rato. Cuando llegó a la puerta principal, frunció el ceño. Algo cálido y poderoso la envolvió y le llenó la nariz y la boca, y se deslizó dulcemente hacia su estómago.
Delicioso. Por un momento cerró los ojos y lo saboreó. No tenía ningún motivo para comer cuando estaba experimentando aquello. Con cada inhalación se sentía más fuerte, mejor, más feliz. Entonces recordó que había tenido aquella misma sensación la noche anterior, y sintió miedo.
La bruja estaba cerca.Baekhyun tragó saliva y se dio la vuelta. Apretó los puños tal y como le había enseñado Kai. Miró a su alrededor. El sol brillaba con fuerza, y aquellos estúpidos mirlos no dejaban de graznar.
La hierba amarillenta se extendía ante ella, únicamente interrumpida por un gran roble. Tal vez se hubiera equivocado. Tal vez…
La bruja salió de detrás del tronco, y sus miradas se clavaron en la de la otra. El corazón de Baekhyun comenzó a latir con fuerza contra su pecho. Aquella mañana, la bruja llevaba una sencilla camiseta roja y unos pantalones vaqueros. Tenía el pelo rubio, muy largo, suelto hasta la cintura, y la piel dorada.
—Te estaba esperando —dijo, con una voz musical, pero llena de ira.
Baekhyun tuvo ganas de echar a correr, porque la última vez que había hablado con aquella mujer, le había echado un maleficio de muerte. Sin embargo, se mantuvo firme. Quería hablar con ella, y en aquel momento tenía la oportunidad de hacerlo, sin recurrir al secuestro.
—¿Por qué?
—Oh, no. Tú no eres el que va a conseguir respuestas, sino yo. ¿Por qué me estabas espiando ayer?
Baekhyun irguió los hombros y alzó la barbilla. Tenía que ser valiente, fuera cual fuera el precio.
—Me lanzaste un maleficio mortal. ¿Por qué no iba a espiarte? Los ojos de la bruja brillaron de admiración.
—Es verdad.
—Y yo también voy a conseguir respuestas. Ordenasteis a mi amigo que asistiera a una de vuestras reuniones, pero no le dijisteis cuándo ni dónde se celebraría. Dímelo a mí, y yo se lo diré a él.
—No tengo la información que estás buscando —dijo la bruja. No dio ni un solo paso, pero sin embargo, la distancia que las separaba se redujo a la mitad.
Baekhyun alzó más la barbilla.
—Mientes.
—¿De veras?
Sí, tenía que estar mintiendo.
—¿Es que quieres que muramos?
—Tal vez.
—¿Por qué?
—Eres amigo de un muchacho vampiro, de un hombre lobo. Ambos son enemigos de mi raza. También eres amigo de un chico que nos atrae con un poder que nunca habíamos conocido. Voy a repetir tu pregunta: ¿Por qué no iba a querer que murieras?
Baekhyun apretó los dientes. Su estrategia se había vuelto contra el. Supuso que era el momento de cambiar de método. Suavizó su expresión y su tono de voz.
—¿Cómo te llamas?
—Marie.
Baekhyun se quedó sorprendido por la sencillez de la respuesta.
—Bien, Marie, deberías saber que vamos a hacer todo lo posible por seguir con vida.
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Premonición «Kaisoo»
FantasíaPor una vez, el joven de dieciséis años Kim Jongin tiene todo lo que siempre ha deseado:Un hogar.Amigos.A el chico de sus sueños.Es una lástima que vaya a morir...Desde que llega a Crossroads, Oklahoma, el antiguo paria Kim Jongin ha llevado una bue...