Capítulo 5

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Baekhyun esperaba una tragedia. La muerte, incluso. Estaba preparado para el impacto emocional del dolor, el remordimiento y la pena. Para la combinación de las tres cosas. Sin embargo, lo que vio la sorprendió, y sólo sintió felicidad y alivio.
La habitación de Kai estaba limpia y ordenada. Los papeles del escritorio estaban bien colocados, y olía a rosas y madreselva. Kai se hallaba tumbado en la cama, tapado con la sábana. Estaba un poco más pálido de lo normal y tenía unas  ojeras muy profundas. Tenía el pelo negro, bajo el que se veían las raíces rubias, enmarañado y pegado a la cabeza. Estaba temblando, pero por lo demás parecía que estaba sano y salvo. Baekhyun  se puso una mano en el pecho, para calmar los latidos desbocados de su corazón, y sonrió.
Sin embargo, Kyungsoo se sentó junto a Kai, llorando, y le tomó la mano. ¿Por qué lloraba? Kai estaba vivo…
—No entiendo lo que pasa  —dijo Baekhyun,  acurrucándose contra el costado  de Chanyeol.
—Apesta a hada —dijo Kyungsoo. Se metió bajo la sábana y lo abrazó—.
Pobrecito mío —dijo—. Estás helado. Deja que te dé calor.
Kai,  dormido o no, debió de reconocer a su novio, porque se giró hacia el y   le rodeó la cintura con los brazos. Poco a poco, el temblor cesó.
—¿Y qué tiene de malo oler como las hadas? —preguntó Baekhyun. Era un olor agradable a rosas y madreselva. Inhaló profundamente. Hubiera deseado tener un frasco de aquel olor para llevárselo a casa y bañarse en él.
—El hedor tiene una gran adherencia, y nuestra gente nunca lo seguirá si lo percibe. Se rebelarán. Exigirán otro líder. Pero para que pueda haber otro líder,  tendrán que matar a Kai —dijo Kyungsoo, llorando de nuevo—. ¡Y se supone  que  tiene que aparecer ante ellos esta noche!
—Y eso no es lo peor —dijo Chanyeol con seriedad—. No os he contado cómo ha acabado así.
Baekhyun lo miró, y él dijo algo en un lenguaje desconocido para el. Al oírlo, Kyungsoo palideció.
—Señor Thomas para los humanos —añadió.
—¿Quién? —preguntó Baekhyun—. ¿Y qué has dicho antes?
—He dicho el nombre del príncipe de las hadas que arrastró a Kai al Cuento   de Hadas —dijo Chanyeol—.  La lengua humana no es  capaz de pronunciar los  sonidos  de las hadas, así que mientras están aquí usan nombres simplificados. De todos  modos, él juró una vez que destruiría a todos los miembros de la familia de Kyungsoo, porque ellos tomaron parte en la muerte de su hermano.

—Y Kai es ahora parte de la familia real —dijo Kyungsoo con un  jadeo  de  horror.
—Como veis, está bien, más o menos, pero hubo una lucha —continuó Chanyeol—. Yo estaba perdiendo. Kai poseyó el cuerpo del hada y me permitió que lo matara para ganar.
Un momento. ¿El Cuento de Hadas?
—¿Qué es el Cuento de Hadas?
—Es una dimensión que coexiste junto a la nuestra. Sin embargo, mientras ellos están allí, pueden vernos a nosotros, pero nosotros no podemos verlos a ellos. Por     eso todos han desarrollado un complejo de ser Dios, y se consideran dueños y protectores de este mundo.
¿Había otra dimensión? ¿En serio?
¿Y por qué se sorprendía? Baekhyun estaba empezando a  comprender  que  todas las criaturas que el consideraba imaginarias existían de verdad. Coexistían en secreto. Bueno, ya no tan en secreto.
Kyungsoo miró a Chanyeol, cuya expresión era tan grave como había sido su tono devoz.

—¿Dónde está el príncipe ahora?
—Sigue en el Cuento de Hadas. Kai puede despertar a los muertos, y no
quería que hubiera un príncipe azul zombi suelto por ahí, así que traje a Kai lo más rápidamente posible. Sin embargo, hay que hacer mucha limpieza, y tengo  que  hacerla antes de que cualquier otra hada descubra los restos… —Chanyeol miró a Baekhyun —. Quiero decir que… bueno, no importa. Sólo necesito  ausentarme  durante  unos minutos.
El sabía que Chanyeol temía cuál pudiera ser su reacción ante la violencia de su naturaleza,  ante las cosas que había hecho,  y las que haría. También sabía que se iba   a desencadenar una guerra si encontraban aquellos restos. Más violenta que la que ya había.
Así pues, no había otro remedio. El quería que Chanyeol hiciera lo que tuviera que hacer para sobrevivir. Lo soltó.
—Entonces, vete. Nosotros cuidaremos a Kai durante tu ausencia.
Él se había puesto rígido mientras esperaba su respuesta, y al oírlo, se relajó.
—Gracias.
Después de un beso rápido, duro, le susurró:
—Ten cuidado.
Chanyeol se metió en el armario; se oyó ropa cayendo al suelo, y después… nada. Baekhyun se acercó y miró dentro. Había desaparecido. El se dejó caer sobre una  silla y miró a Kyungsoo.
—No le va a pasar nada, ¿verdad?
El muchacho vampiro estaba completamente concentrado  en  Kai, acariciándole la cara con las yemas de los dedos y besándole la mandíbula.  El anillo  de ópalo que llevaba siempre brillaba como si tuviera un arcoíris encerrado en su interior.

Premonición «Kaisoo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora