Final

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Kyungsoo se situó frente a Kai y lo besó tal y como él lo había besado a el. Estaba allí, entre sus brazos, exactamente como a él le gustaba, y al sentir el roce de sus labios cálidos y suaves, recuperó el control de sus sentidos y dejó de oír las súplicas de Mark. La bruja perdió su dominio sobre Kai. Sin embargo, antes de que él pudiera agradecérselo a Kyungsoo, su novio se abalanzó sobre Marie.

-¿Qué...?

Ambos cayeron al suelo y comenzaron a forcejear.

La piel de Kyungsoo era impenetrable, así que él no se preocupó por el. Todavía. Se aproximó al monstruo, que se había colocado en la salida de la cueva e impedía salir a nadie. Tenía las garras en alto, en posición de ataque. Aquella bestia necesitaba un nombre. Fauces, tal vez. Estaba resoplando y agitando las ventanas de la nariz. Estaba muy agitado por toda aquella violencia.

-¿Podrías colocar a las brujas junto a la pared, en fila? -le preguntó Kai. El monstruo asintió.

Hubo un momento de silencio durante el que nadie respiró ni se movió. Todos esperaron a ver qué iba a suceder. Finalmente, el monstruo bajó la cabeza y comenzó a agarrar a las brujas con la boca, algunas veces a varias a la vez, y a lanzarlas sin miramientos hacia la pared de la caverna. Las que todavía no habían perdido el conocimiento intentaron escabullirse, pero él rugió, y ellas se colocaron voluntariamente contra la pared.

Al final solamente quedó Marie. Estaba luchando con Kyungsoo, arañando, mordiendo, dando puñetazos y patadas.

Cuando la bestia se acercó a agarrarla, Kai dijo:

-Espera, ella no. No hasta que yo haya retirado al muchacho vampiro, ¿de acuerdo?

Fauces asintió con un resoplido.

-Buen chico -dijo Kai-. Voy a rascarte detrás de las orejas cuando todo esto termine.

Fauces sacó la lengua sin dejar de resoplar, y movió la cola. Kai se giró hacia ellos.

-Kyungsoo, por favor, sepárate de ella.

Pasó un momento antes de que Kyungsoo reaccionara. Después se alejó de la bruja y se pegó a la pared con los brazos extendidos, clavando las uñas en la roca, como si sólo así pudiera conseguir no lanzarse otra vez hacia su oponente.

Marie se giró con ferocidad hacia Kai.

-Ya no te queda mucho tiempo -le dijo con satisfacción.

Él alzó la barbilla sin dejarse asustar.

-Tampoco a ti, porque voy a llevarte a la tumba conmigo.

-Vas a intentarlo.

-Voy a conseguirlo.

-¿De verdad? ¿Y ella?

Con una sonrisa, Marie extendió la mano y agitó los dedos, y exhibió un anillo igual al que siempre llevaba Kyungsoo.

Al darse cuenta de lo que iba a suceder, Kai se quedó espantado.

Kyungsoo se giró hacia la derecha para alejarse de la bruja, justo cuando Kai saltaba hacia delante, pero era demasiado tarde, y Marie se movió con demasiada rapidez. Todas las gotas de veneno cayeron sobre el perfil de Kyungsoo. Su cara, su cuello, su brazo, su costado. Al instante, se desplomó gritando de dolor mientras su carne y su ropa se quemaban.

Kai cambió de dirección y embistió a Marie. Rodaron por el suelo hasta que él quedó sobre ella, a horcajadas sobre su cuerpo. Estaba tan furioso, que casi la golpeó, pero nunca había pegado a una chica y no iba a empezar en aquel momento. En vez de eso, se levantó y se apartó.

Premonición «Kaisoo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora