No quiero seguir recordando el porque de las cosas nunca más. Nunca es una palabra que no debería usar nunca.
Verity me ayudó esta mañana y ahora no puedo dejar de pensar en lo que vi en sus ojos mientras me observaba; reconocimiento. Pero no reconocía mi rostro entre una multitud ni mucho menos. Ella reconocía mi dolor como si fuera el suyo, como si fuese un viejo amigo.
Incluso aunque sé que es imposible, me figuró una situación donde ella no fuese quién es y yo no fuera quién voy a ser. No puedo hacerlo.
No existe un plano de este universo en donde yo no soy un chico sin denominación y en donde Verity no es la reina de la escuela. No existe un mundo en donde ella reconozca mis sentimientos, o yo reconozca los suyos.
El reconocimiento actúa como una piedra en el zapato de otra persona. Ya no es tuyo, pero es como si jamás se fuera, es una sombra presente que te encuentras en todas partes, en todos los rincones y en todas las personas.
Aquella tarde llegué a casa y me recosté antes de que papá llegara del trabajo- Tyron me mira desde el otro lado de la cama como si supiera que algo extraordinario ha sucedido hoy. No es así. Yo no soy un mendigo y Verity no es la caridad. Fue un gesto sin importancia.
Sé que el perro no me cree nada. Lo ignoró por un rato.
Papá llegó en la noche y comimos juntos viendo un partido de Futbol, al menos papá lo logró ver, yo no entendí absolutamente nada. Tampoco quería entender.
Al día siguiente en la escuela me encuentro con Parker parado en mi casillero, impidiendo el pasó y revisando su teléfono. Asumo que quiere algo. Lo veo y no termino de entender porque me ha gustado durante tanto tiempo, es un chico corriente, aparentemente heterosexual. Quizá se debe a que es mi única especie de amigo.
Quizá se debe a lo que ha pasado entre nosotros.
No sé como describir del todo qué significa en mi vida. Jamás fue mi novio, solamente mi compañero de videojuegos, el primer hombre que besé, con quién tuve una mala experiencia sexual. Tan vacía como efímera. Sé que nunca ha habido y nunca habrá un Parker y yo, un nosotros. La palabra se ahoga y me ahoga con ella.
Le quiero y él lo sabe. Vaya uno a saber si alguna vez me ha querido a mí.
Algo me dice que no. Pero no hago caso, lo observo y espero dentro de mí que lo que sea que piense en pedirme no me haga demasiado daño.
Me ve llegar y me dedica una sonrisa. Yo intentó hacer lo mismo.
La blancura de sus dientes resalta el tono oscuro de su piel. Lleva la chaqueta del equipo de futbol. Le queda tan bien que no me concentro a mirar demasiado.
—Pensé que no ibas a venir—dice mientras se separa un poco de mi casillero y yo me sitúo a su lado sin acercarme demasiado. Sé que no le gusta, no cuando hay gente.
Solo respondo con un gesto de negación con la cabeza.
—¿Qué necesitas, Parker? —digo sin mucha emoción.
Parker cambia su expresión y de repente parece enojado.
—¿Por qué crees que necesito algo? —dice con tono serio, y entonces sé que no le ha gustado mi respuesta,
—Solo decía—respondo.
—No necesito nada, Cam. Solo quiero a mi amigo para jugar, eso es todo—dice levantando un poco los hombros.
Me pregunto si entiende lo que acaba de decir, porque yo no lo hago, pero no puedo pedirle que me lo explique. Comprendo que se refiere a los videojuegos que compartimos a veces, pero no sé si él comprende que también ha jugado conmigo en ocasiones. No sé si comprendo que yo se lo he permitido.
Le digo que está bien y me dice que me pase por su casa a las 4.
En el fondo de mi mente sé que estoy emocionado por ello. En el fondo de mi mente sé que no está bien.
Camino hacia la primera clase que tengo hoy y no me detengo demasiado a mirar atrás, ni a pensar. Vuelvo a ver a Parker en el receso donde generalmente está, donde generalmente pretende que no existo y yo hago lo mismo. Sin el mismo resultado que él obtiene para sí.
Hay varias chicas allí pero no veo a nadie llamativo.
Hoy no he visto a Verity, y tampoco sé porque pienso en ella o porque deseo verla. Ella también pretenderá que yo no existo y yo pretenderé que no me conmovió lo que hizo por mí.
Mi teléfono vibra y veo que tengo un mensaje de Parker.
¿Qué es lo que te tiene pensando tanto?
Tú. Quiero responderle.
En vez de eso, contestó:
Nada de importancia. ¿Estás preparado para perder?
Lo veo sonreírle a su teléfono desde el lugar en el que se encuentra y comprendo dentro de mí que el único que pierde aquí soy yo.
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La generación del odio.
Genç KurguCam es un chico común de instituto que esta enamorado de su mejor amigo, pero pronto descubrirá que el amor significa mucho más que aquello con lo que se ha conformado. Verity es una chica popular, engreída y manipuladora que no permite que nadie s...