verity;

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Me pregunto si alguna vez alguien de esta escuela me ha reconocido de alguna manera. Yo recuerdo a muchos de ellos, por no decir a todos.

Recuerdo a 3 personas en especial que solían ser mis amigos, o al menos eso pensaba yo, Solía pensar que los amigos existían. Recuerdo perfectamente como me dolió perderlos. Aún los veo conversar entre ellos y me digo a mí misma que tal vez dicen algo sobre mí, pero no sobre quién soy ahora, sobre quién fui.

Quién fui es una pesadilla solamente ahora.

Me repito que esa versión de mí no existe incluso aunque la vea todos los días en el espejo.

Esta mañana están reunidos tranquilamente y los veo reírse y quisiera compartir aquella broma. Rápidamente descarto la idea. No podría volver a reírme con ellos jamás.

Dos chicos y una chica solían ser mis amigos en este lugar. No recuerdo hace cuantos días porque en algún punto recuerdo haber dejado de contar, me he olvidado del número, pero no puedo olvidar la sensación.

Mason, Lyla y Wallace solían ser mis mejores amigos.

Solían ser personas importantes cuando yo no era una caricatura.

Me fui de aquí hace algunos años y regresé lo suficientemente tarde para que ninguno pudiera reconocerme jamás. No lo hicieron.

Las pocas veces que he estado cerca de ellos me he encargado de hacerles sentir que los desprecio.

Una vez, Lyla trató de entrar al equipo de porrismo y me las arreglé para obligarla a hacer la audición más difícil que encontré, y luego le dije que no podía entrar porque estaba gorda.

Cuando Mason intentó postularse para capitán del equipo de Lacrosse escondí alcohol en su casillero y le pasé el "dato" al director, debido a esto lo sacaron de las actividades extracurriculares de la escuela y no era un candidato apto para ser el capitán de ningún equipo.

Wallace fue el qué más me costó en el presente. Wallace fue el que más me dolió en el pasado.

A veces aún me siento culpable de alguna manera.

Hice que invitaran a Wallace a una fiesta del equipo de futbol y luego coloqué droga en una de sus bebidas. Rápidamente empezó a trastabillar por todas partes, lo seguí toda la noche porque quería captar algún momento vergonzoso para humillarlo o algo como eso, pero entonces se subió al segundo piso y yo subí detrás de él. Lo ví parado ahí y me pareció que el tiempo corría más despacio para darme una señal.

Entonces lo empuje.

Cayó por las escaleras y se fracturó la rodilla. Admito que después de eso me sentí bastante culpable y puse menos empeño en las cosas que hacia para molestarlos.

Probablemente Wallace no se merecía que le hiciera algo como eso, el daño físico fue algo a lo que me prometí que no iba a llegar, pero el momento se presento y yo tome la oportunidad.

Está mejor de su rodilla ahora. Lo veo caminar bien.

En el fondo de mí, sé que no se merecen algunas de las cosas que les he hecho.

Lyla en realidad no estaba gorda.

Mason era el candidato ideal para el equipo de Lacrosse.

Wallace estaba bien con su rodilla en su lugar.

Pero es demasiado tarde para arrepentirse de cualquier cosa y yo nunca me arrepiento de nada.

El día de hoy me sigo divirtiendo con la foto que le tomé a Parker besando a Cam.

Ayer en la tarde compré una tarjeta de operador telefónico con un numero privado para poder mandarle la foto a Leah sin que sepa que fui yo, y luego solo tendré que sentarme a observar todo.

Los veo desde donde estoy sentada mientras se dan besos y se miran como si se quisieran. Al otro lado, veo a Cam mirar de reojo de vez en cuando y me siento mal por un momento de lo patético y triste que ha de sentirse en ese momento. Esto también va por ti.

Busco la foto en la galería de mi teléfono y cuando tengo todo en orden presiono enviar.

El teléfono de Leah vibra en su mano en cuanto recibe el mensaje, y mi sonrisa crece dentro de mí.

La veo ojear su teléfono al mismo tiempo que su cara pierde todo el color y yo quiero echarme a reír. La sorpresa plasmada en su rostro es algo completamente digno de ver, me pregunto qué hará a continuación, si tal vez arme todo un escándalo, o se quede callada para hacerse la victima luego.

Parece que es la segunda. Veo que sus ojos lagrimean, yo sonrío y trato de dejar de mirarla.

Al momento siguiente se levanta de su asiento y pide permiso para salir del salón. Parker se queda quieto en su lugar confundido y con cara de idiota, nada novedoso.

Pido permiso también para salir y la sigo por el pasillo hasta el baño, cuando llego veo que ha empezado a llorar y respira fuertemente. Yo respiro también, y avanzo hasta ella cambiando mi expresión a una más preocupada.

La agarro de los hombros y la miro, me remueve por dentro verla y no sé por qué.

—¿Qué sucede? —digo tratando de sonar alarmada y preocupada, y sé que me sale muy bien.

—Parker, él...él—dice, pero no logra terminar la oración—me engaña, es... es un mentiroso.

Ella se tapa la cara con las manos y llora más fuerte aún.

—No te estoy entendiendo Leah, tienes que calmarte—le digo.

Ella respira profundamente y levanta la mano hacia mí, sostiene su teléfono y me enseña algo en él.

La fotografía.

Claramente se ve a Parker besando a un chico. Pero no se reconoce fácilmente quién es, seguro Leah tardará años en descubrirlo.

—No puede ser—digo aparentemente asombrada.

—Me enviaron esto hace unos minutos, mientras nos abrazábamos, mientras me besaba. Ver, no lo puedo creer, me siento muy mal, no sé qué hacer—dice mientras se sostiene para tratar de dejar de llorar y mirarme.

—Es una situación horrible Leah, que te engañen es horrible—digo.

—¡Que te engañen con un chico es 100 veces peor! —dice alzando la voz y mirándome con una expresión que jamás vi en ella.

Le duele de verdad.

A mí no.

O eso me fuerzo a pensar. 

La generación del odio. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora