Is Our Life

XXIV - Último esfuerzo

Estuvieron así más tiempo del que hubiese querido, pero al parecer la muchacha se negaba a liberarlo. Ya estaba cansado de estar allí y no conseguir dejar de pensar en el pasado, así que quería regresar a casa lo antes posible.

—Disculpe— carraspeó. —Debo irme.

Finalmente lo soltó, moviéndose hacia atrás de repente, su expresión sorprendida le daba a entender que se había percatado de la equivocación. Se sonrojó y jugueteó con sus dedos, nerviosa.

— ¡P-perdone...! Yo...— miró hacia todas partes. — ¡Lo... confundí...! Realmente...

—No se preocupe, asumí que se trataba de algo así, ¿espera a alguien?— ella clavó sus ojos azules en los ambarinos de él.

—Sí, espero reunirme con alguien muy importante para mí.

—Entiendo, entiendo...— se alejó, dispuesto a marcharse. —Espero pronto puedan encontrarse, que tenga buen día.

Ella quiso seguirlo cuando empezaba a perderlo de vista en las escaleras, pero se detuvo. Extendió una de sus manos hacia aquel sitio y suspiró, sabiendo que no podía hacer nada aún, no lo había planeado así pero no consiguió resistir la tentación de volver a verlo.

—No pudo verme...— murmuró, luego se dejó caer de rodillas al suelo, estaba agotada.

"¡No te rindas! !Vamos, arriba! ¿Quieres regresar o no?" escuchó que le decía una voz femenina. Clavó la mirada en el cerezo que llenaba el suelo de pétalos, era tan bello que la distraía.

— ¿Regresar? ¿A dónde?

"No otra vez... ¡reacciona Sakura! ¡Ya solo tienes unas horas! ¡No hemos logrado nada!"

—Unas horas...— repitió. —Es cierto... ¡tengo que darme prisa!

Se levantó algo tambaleante y se dispuso a volver a la calle para cumplir con su objetivo, estaba bastante cansada así que caminaba tan rápido como podía. Cuando avanzó algunas calles descubrió a dos niños uniformados, muy parecidos entre ellos, caminar con expresiones serias uno junto al otro. Sintió que el pulso se le aceleraba tanto que tuvo que llevarse la mano al pecho.

—Shiori... Teo...— balbuceó, inmóvil.

"Acércate a ellos."

— ¡Niños!— llamó, ambos se quedaron quietos y cuando los vio mirar hacia ella se instó a cruzar de acera.

— ¡Profesora Koji!— se sorprendió Teo, Shiori no decía absolutamente nada. — ¿Se encuentra mejor? En la escuela nos avisaron que tuvo un accidente.

"Diles que no fue nada, que estás bien."

—No se preocupen por eso, estoy muy bien— los miró con todo el amor que sentía hacia ellos, muriendo por abrazarlos con fuerza. — ¿Ustedes como se encuentran?

—Estamos bien— ella miró a la pequeña, que no decía nada, solo apretaba la mano de su hermano, sus ojos ya no reflejaban la alegría de siempre y estaban algo hinchados. —Tenemos que ir a la escuela profesora, o llegaremos tarde.

"¡No! ¡Impídelo!"

—Por supuesto, no los detendré— les dijo, viéndolos partir. —No puedo evitar que vayan a la escuela, eso no está bien...

"¿Te has vuelto loca? ¡Era una oportunidad!"

—No, no tengo asuntos con los niños, esto es entre Shaoran y yo... pero los visitaré a penas vea el momento apropiado, necesito acercarme a él de alguna manera.