T R E S

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—Déjeme... —una mano se posó en su boca, ocultando cada rastro de palabras o incluso gritos que aún no empezaban.

Jimin forcejeo contra el cuerpo de aquel tipo, mientras este lo acariciaba debajo de su camisa. Tocando sus pezones y bajando hacia su pantalón. Jimin trató de empujar al hombre lejos de él, pero su fuerza lo traiciono cuando sintió una mano entrar por su pantalón, alcanzó su miembro y lo empezó a acariciar. La humedad en su glande, apareció lo más rápido y eso era lo que no comprendía Jimin. ¿Cómo era que se excitaba con una persona que jamás había visto? O Tal vez si conocía a esa persona, y la conocía muy bien.

—Me gustaría retirar mi mano ahora que te agitaste. Pero, me gusta ser malo... —La risa macabra hizo que sus vellos se erizaran cuando él rio cerca de su oído. —No sabes cuánto extrañe esto, Jimin...

Jimin le mordió la mano y eso hizo que el hombre riera.

—Anda, muerde todo lo que quieres. Ya me acostumbré a que lo hagas. —volvió a reír.

Terminó de acariciar el miembro de Jimin y alejó su mano fuera de su pantalón.

—Quitaré mi mano, no hagas nada estúpido. —Jimin solo respiraba fuerte y tenía los ojos con lágrimas.

El hombre se apartó de Jimin. El ultimo mencionado, tomó aire y trató de buscarlo en la oscuridad.

—Vete, Thomas te dará mis documentos. Así se te hará más fácil defenderme en la corte.

—Te voy a meter a la cárcel.

Una fuerte carcajada de escuchó en todo el lugar.

—Y yo te mataré si lo haces, Jimin. —el ultimo mencionado, escuchó como las suelas de los zapatos sonaban cada vez que se acercaba a él. —Eres mi abogado. Tienes que defenderme, imbécil.

Jimin pasó saliva y se apartó de la pared.

—Debo irme. —dijo Jimin, algo seguro.

Una pequeña luz, le señaló las escaleras a Jimin. Este pasó saliva y caminó hacia ellas, sin antes mirar hacia atrás. La luz se hizo más amplia y alcanzó a ver los ojos negros del hombre. Jimin se quedó helado al presenciar tal mirada en él. Pasó saliva y apartó la mirada de él y decidió subir las escaleras.

—Pequeño... —lo llamó y él automáticamente se detuvo. No se giró, pero sintió como él subías las escaleras detrás de él y lo abrazaba por detrás. —No me olvides. —le dijo y eso hizo confundir a Jimin.

—¿De qué está hablando? —dijo Jimin.

—Recuérdame... —susurró a su oído y una serie de imágenes aparecieron en la memoria de Jimin.

Aquel hombre que tanto quería conocer. Su rostro, se hacía cada vez más claro. Jimin tembló por el fuerte abrazo de aquel hombre y sintió como este acariciaba su espalda.

—Debo irme, señor.

Jimin sintió la respiración de él muy cerca de su cuello y eso hizo que su miembro se levantara un poco.

—¿Seguro que te quieres ir? —Jimin tragó de nuevo saliva y asintió.

Pero, en realidad le daba curiosidad quedarse y saber que podría pasar si se quedaba dos minutos más ahí con él. No lo conocía, sí. Pero, su mente y corazón no le mentían cuando él lo tocaba.

𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐣𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬: 𝐟𝐢𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐣𝐮𝐞𝐠𝐨 ⇢𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍⇠ 🅒 ³Donde viven las historias. Descúbrelo ahora