C U A T R O

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Horas después, Jimin se encontraba pensando en su habitación mientras daba con respuestas a sus preguntas. ¿Cómo era que no sentía la mínima pizca de sensación repugnante con ese hombre? ¿Por qué se había dejado tocar y por qué le había gustado?

—Jimin, ¿Ya comiste? —entró Namjoon a su habitación y lo vio sentado en la cama.

—No y tampoco tengo hambre. —contestó Jimin.

Namjoon soltó un suspiro.

—Bien, en la mesa hay una hamburguesa si tienes hambre. Saldré, tengo que verme con alguien hoy. —dijo Namjoon, alejándose de la habitación de Jimin.

Jimin lo observó irse y esperó a escuchar la puerta cerrarse para levantarse de la cama. Corrió fuera de su habitación y llegó a la sala en donde empezó a buscar los papeles que le había mostrado Namjoon. Llamaron a la puerta y luego el teléfono de Jimin sonó. Él pasó saliva y se quedó estático escuchando.

—Pequeño... —escuchó venir desde afuera.

A Jimin se le abrieron los ojos y corrió hacia su habitación. Cerró la puerta con seguro y apagó la luz. Vio que, desde su cama, la luz del teléfono seguía alumbrando por la llamada. Jimin, no quería contestar. Pero, se acercó para ver el número.

Vio que era un número privado y recordó que podría ser M.Y. Jimin se acercó a la cama y cogió el teléfono, pasó saliva y le dio rechazar. Segundos después, su teléfono vibró en su mano cuando un mensaje entró. Abrió la sala de chat y vio el mensaje adjunto con una imagen. Jimin la abrió y arrugó el ceño al ver aquella imagen. Parecía un pasillo de una casa normal, pero la puerta, sí, la puerta que salía ahí, le sonaba a Jimin

El corazón de Jimin dio un brinco cuando llamaron a la puerta de su habitación.

—¿Estamos jugando a las escondidas, pequeño? ¡Qué divertido! —dijeron afuera de su habitación.

Jimin soltó su teléfono y se escondió debajo de la cama cuando sintió la puerta ser abierta. Escuchó las pisadas y se tapó la boca junto con su respiración.

—Jimin... —cantó. —Prometo ser gentil y hacerte gritar del dolor.

Jimin sentía que su pecho dolía y unas terribles ganas de llorar. Quería huir de ahí.

—Si sales ahora, dejaré que huyas unos 10 segundos para que yo pueda ir detrás de ti. Pero, si no sales ahora, tendré que buscarte yo y no será lindo si te encuentro, Jimin. —dijo él.

La mente de Jimin empezó a jugar con él haciendo que varios recuerdos aparecieran y más con aquella voz. Recordó esa noche, la noche en la que alguien lo dejaba después de hacerle el amor y huía. Luego, la escena de él viendo como unas piernas se alejaban de él, luego de haber estado dentro de ese auto en llamas. Sí, Jimin lo vio irse antes de caerse desmayado.

—Cuento hasta tres, Jimin.

Jimin pasó saliva y se mordió el labio inferior pensante. ¿Era mejor salir con 10 segundos de ventaja? O ¿Esperar a que él lo buscara?

—Tres... —y empezaron los juegos.

Jimin se rodó debajo de la cama y sacó una pierna.

—Dos... —escuchó las pisadas de él acercarse a la cama.

𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐣𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬: 𝐟𝐢𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐣𝐮𝐞𝐠𝐨 ⇢𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍⇠ 🅒 ³Donde viven las historias. Descúbrelo ahora