capítulo 15

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Keity Martínez F.

- vamos, keity - insiste por décima vez mi hermana.

- que no - repito por décima vez.

- déjame darle un buen susto - dice Vannia tratando de convencerme.

Me niego rotundamente.

- por última vez, ¡que no! - dijé irritada por su insistencia.

- saldré - anuncia dirigiéndose a la puerta.

- ¡no! - le grité poniéndome en frente de ella impidiendole el paso.

- lleva cuatro días viniendo, te deja los apuntes de las clases debajo de la puerta, ya que no has ido. Si te molesta e hizo algo, déjame darle una lección - pide seriamente mi hermana - ahora, ¿o sales, o salgo? - pregunta alzando una ceja.

Al parecer no les agradó mis amigos.

- yo.. - dude - bueno - suspiré - yo salgo.

- bien - asiente mi hermana y se va a la cocina.

Me dirigí hacía la puerta, suspiré para no pegarle apenas lo viera y abrí la puerta.

Estaba agachado terminando de colocar los apuntes debajo de la puerta, se sorprendió al verme e inmediatamente se incorporó.

- ¿qué quieres? - pregunté cortante mirando hacía la calle.

- quería saber.. ¿cuándo lo superarás? - preguntó despreocupado.

- lo superaré cuando dejes de ser un idiota - respondí mirándolo fijamente - si nos basamos en eso, tal vez nunca - finalice.

- pequeña cruel - comenta sonriendo levemente y niega con la cabeza.

lo miré con cara de: ¿en serio?

- bueno, si no se te ofrece nada más, estoy algo ocupada - comenté y recogí los apuntes del piso - adiós - concluí dándome vuelta para entrar a la casa pero fue un acto fallido ya que él me detuvo.

En las películas siempre el chico detiene a la chica agarrando su muñeca suavemente, pero como esto no es una película, así no pasó.

Antes de poder entrar a la casa, Alexis me detiene jalando mi cabello que está en una coleta; él lo agarra y me hace frenar bruscamente.

Me doy vuelta rápidamente para enfrentar y golpear a ese ser viviente sin cerebro.

Pero

Justo cuando lo tengo al frente y quiero golpear su pecho -ya que él es muy alto y sólo para ver su cara tengo que alzar la cabeza- él baja su cabeza y estampa sus labios contra los míos.

Cuando sus labios hacen contacto con los míos siento una electricidad recorrer todo mi cuerpo por un momento, me debilitó por un momento, mi corazón empezó a latir muy rápido por un momento.

Por un momento...

Él comienza a mover sus labios lentamente, jugueteando con ellos, chupando con tanta delicadeza que no entendía. mientras yo seguía sorprendida sin saber qué hacer, no le correspondí...pero tampoco lo alejé, no sabía cómo, no sabía qué hacer.

Él pudo notar que no tenía reacción alguna y se alejó lentamente, me miró y yo seguía sin decir nada, lo miré por última vez, me di la vuelta y entré a mi casa dejándolo allí.

Caminé hacía mi habitación pero en la sala estaba mi hermana quien me frenó.

Yo seguía sin saber qué acababa de pasar.

No es la distancia, es el destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora