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La puertas del ascensor se cerraron captando la atención de Dinah que rápidamente se quitó sus gafas de lectura y salió detrás de su escritorio para correr hacia su amiga al ver su expresión.

-¿Mila? ¿Estás bien? -preguntó preocupada tomando el rostro de Camila con sus manos obligándola a verla a los ojos. -¿Qué pasa? -los ojos de la morena empezaron a llenarse de lágrimas lo que preocupó más a Dinah.

-Es... es ella Dinah. -susurró Camila. -Es Lauren. -Dinah levantó la mirada y después giró un poco su cabeza para ver a Lauren viendo atentamente el álbum de fotos con su prometido, ajenos a la situación de Camila.

Ella era la ex novia de Camila. La chica que arruinó la vida de la morena.

Dinah y Camila se vieron a los ojos, ninguna sabía qué hacer. La morena cerró los ojos un momento y suspiró.

-Dinah, no puedo hablar con ella. No estoy lista. -la más alta volvió a ver a Lauren y a su pareja antes de apretar los hombros de Camila.

-Sí puedes, Mila. -la miró transmitiéndole confianza. -Han pasado varios años y estás preparada para enfrentarla. Tal vez hablar con ella te ayude a superar ese miedo que tienes por las relaciones. Hazlo, Camila. -la fotógrafa dudó viendo alternadamente a Lauren y a Dinah.

¿Sería lo correcto? No podía ni ver a Lauren por unos segundos gracias al dolor que sentía al simplemente pensar en su nombre.

-Dinah... -Camila negó levemente. No podía hacerlo.

-Chancho, soy tu amiga y solo quiero lo mejor para ti. -Dinah sonrió. -Porfavor, te pido que la atiendas junto a ese hombre. No sé, ella puede o no recordarte y si lo hace tal vez puedan arreglar el dolor del pasado. -Camila desvío la mirada. -Porfavor. -volvió a ver a Dinah y cerró los ojos al ver el puchero que había hecho su amiga.

-Está bien. -murmuró abriendo los ojos y encontrándose con la sonrisa triunfadora de Dinah. -Lo intentaré.

-Tú puedes. -Dinah dejó un beso en su mejilla y se dió la vuelta para volver detrás de su escritorio y buscar unos papeles.

Camila se quedó quieta analizando a su amiga y a su ex novia. Suspiró antes de empezar a caminar hacia su estudio. Al pasar frente a la pareja sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al mismo tiempo que sus piernas temblaban levemente.

-Buenas tardes. -murmuró sin voltear. No esperó respuesta y entró rápidamente a su estudio, cerrando la puerta detrás de ella.

Tomó una bocanada de aire antes de caminar hacia el fondo de la habitación donde tenía un pequeño escritorio. Se sentó en la silla, escuchando a Dinah hablar con Lauren y cerró los ojos con fuerza, rogando que la ojiverde no la reconociera. O al menos que todo saliera bien entre ellas.

-Pasen porfavor. -Camila abrió los ojos cuando la puerta de su estudio se abrió revelando a Dinah quien le sonrió levemente. La morena hizo una mueca que desapareció mientras veía a dos cuerpos entrar a su estudio. Sus ojos fueron directamente a la chica que hablaba de algo con su prometido.

Camila suspiró pasando la mirada por todo el cuerpo de Lauren con discreción.

Sigue siendo malditamente hermosa. Pensó Camila.

-Cualquier cosa estoy afuera. -dijo Dinah captando la atención de su jefa. Camila asintió viéndola por un momento antes de que la rubia saliera cerrando la puerta detrás de ella.

-Buenas tardes. -dijo el hombre caminando hacia el escritorio con la mano de Lauren aferrada a su brazo.

-Buenas tardes. -murmuró Camila haciendo una seña con su mano para que se sentaran. Aún no había hecho contacto visual con la pelinegra así que no había visto la reacción de Lauren. -Mi asistente me informó que quieren saber sobre una sesión de fotos para su boda. -el hombre asintió. Camila lo vió fijamente. Parecía un hombre serio y muy elegante por el traje que portaba. Su mirada era fría y profunda lo que causaba que un escalofrío recorriera el cuerpo de Camila.

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora