Epílogo

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El lugar estaba lleno de gente corriendo por todas partes. Maquillistas se concentraban completamente en el rostro de su modelo asignada y los encargados de los vestuarios buscaban el atuendo perfecto para modelar.

En una puerta al fondo, completamente perdida en sus pensamientos, estaba Camila mirando por la ventana de su oficina.

Aún no sabía cómo había cambiado tanto su vida pero estaba completamente feliz.

-Todo el mundo allá afuera está hecho un lío. -dijo alguien a sus espaldas entrando a la oficina. -No bromeo cuando digo que nos hiciste mucha falta. -Camila se giró para ver a su socio con una sonrisa divertida y a la vez sorprendida.

-Regresé hace dos años, Harry. -rió levemente acercándose a él.

-Sí pero el casi año que estuviste fuera nos volvimos completamente locos por no tener a nuestra fotógrafa profesional dándonos ordenes. -el chico con el cabello alborotado sonrió, mostrando sus hoyuelos.

-Y desde que llegué me dejaste abandonada. -le recriminó haciendo que Harry levantara las manos en señal de culpabilidad.

-Alguien tenía que hacerse cargo de las tiendas Europa.

-Y nadie mejor para hacerlo que tú, ¿no? -ambos rieron fundiéndose en un abrazo después de dos años sin verse.

Camila lo vió directamente a los ojos después de separarse, recordando la primera vez que chocaron. En uno de sus chequeos mensuales se encontró a Harry en el suelo del pasillo abrazando sus piernas, llorando porque su esposo había tenido un accidente y parecía estar muy grave. La morena lo consoló y descubrió que el chico estaba interesado en la moda y ambos tomaron la decisión de asociarse. Ahora Harry llevaba la colección de ropa mas lujosa y famosa del mundo y Camila era una fotógrafa muy conocida.

-¿Cómo están tus pequeños? -preguntó Harry sentándose en el sofá. Una radiante sonrisa apareció en los labios de Camila, sentándose a lado de su amigo y socio.

-Nicole está muy feliz yendo a sus entrenamientos y Cameron empieza a caminar. -suspiró completamente feliz. -¿Y tú? ¿Cómo vas con Louis y la pequeña Emma? -una sonora carcajada inundó el lugar.

-Louis está hecho un lío con Emma porque no sabe mucho sobre pinturas y ella sólo habla de eso. -rió recordando a su esposo verlo pidiéndole ayuda mientras su pequeña de 12 años le hablaba de pintores famosos y las obras más conocidas de cada uno. -Necesitamos urgentemente una salida. Todos juntos sin niños de por medio. -la morena negó.

-Lo único que quieres es tener la casa sola para estar con Louis. -rió Camila levantándose. -Recuerda que hoy tenemos la obra de Vero y después la comida con Dinah. -informó caminando hacia la puerta seguida de Harry.

-Y tú recuerda que debes de concentrarte en estas fotos para la revista de Vogue. -ambos sonrieron saliendo de la oficina. -Llevábamos bastante tiempo esperando esta oportunidad y al fin lo conseguimos.

Camila suspiró asintiendo levemente. Harry le apretó el hombro y se dirigió a los vestidores para ver si todo estaba listo para las fotos. Diez minutos después Camila empezó a configurar su cámara.

-Bien chicas, atención. -levantó la voz para que todas las modelos pudieran escucharla. -Recuerden que estuvimos trabajando mucho para estar en esta revista. Ahora que tenemos el chance no debemos desaprovecharlo. Todas tienen mucho talento y quiero que den lo mejor de ustedes. ¿Entendido? -las chicas asintieron así que Camila empezó a dar órdenes para iniciar la sesión.

*

-Cameron, basta. -escuchó Camila detrás de ella. Guardó su cámara y se dió la vuelta para encarar a sus hijos que entraban a su oficina. Una sonrisa divertida se dibujó en su rostro viendo cómo Nicole trataba de mantener a su hermano quieto. -Mira, ahí está mamá. -el pequeño balbuceó estirando sus manos hacia su madre quien lo recibió con gusto.

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora