﴾Una renuncia﴿

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—Me estás jodiendo, Jungkook —le dije agresivamente.

     Sabía que no debía hablarle así, no era su culpa. Sin embargo, no hallaba otro punto hacia dónde dirigir mi ira.

Es la verdad —contestó con voz dócil—. Mingyu me dijo que ya no podía trabajar contigo por causas morales, si su esposa se entera de que trabaja contigo, seguro lo echa de la casa. El botom al parecer lo amenazó.

—Que se meta su moralidad por el culo —gruñí—. ¿Tienes idea de cuál bottom fue? ¿Un seudónimo o una foto, al menos? ¿Ya sabemos qué está buscando?

Mingyu estaba tan asustado que solamente me mandó el perfil de un chico con uniforme de militar, casi no se le ve el rostro pero yo podría asegurar que es Ji Yong. No sabemos más, perdí el contacto con Mingyu desde ayer, me bloqueó el cobarde hijo de puta. Ya hay una foto de ti sin antifaz rondando por Twitter. El imbécil ya actuó y amenazó con revelar nuestros nombres también si no le dábamos dinero. ¿Qué vamos a hacer ahora, Yoongi?

— ¿Vamos? —Le reprendí—. Yo soy el que está más jodido en esto. Tú ni siquiera tienes que dar la cara, solamente eres mi editor de vídeo y mi vocero. Mingyu solamente es mi contador. ¿Crees que yo quería esto para ustedes? Yo los metí en esto, soy quien debe pagar las consecuencias grandes.

—Yoongi, pase lo que pase, quiero que sepas que siempre voy a serte leal. Le diré a los fans que ayuden a denunciarlo y a los haters también.

—Así déjalo, Jungkook —suspiré, frustrado—. Ya no hay nada qué hacer. Está hecho.

¿Es todo? ¿King Seegasm se va a rendir así de fácil? Ese no es el Yoongi que yo conozco. Te puedo asegurar que el responsable es Ji Yong, sabes que no quedó conforme con su paga y siempre quiso más.

—Mira Kook —empecé a enojarme con él por insistir—. Claramente ese tipo está loco, ya los amenazó a ustedes también. No puedo permitir que eso paso. Yo perderé mi trabajo en el estudio, pero no quiero llevármelos a ustedes en mi huracán. Mingyu hizo bien al alejarse por miedo a perder a su familia.

—Simplemente dime qué hacer... —pude escuchar la rendición en su voz.

—Dale el dinero —dicté sin pensarlo—. Dile que haga lo que quiera con mis fotos, pero que a ustedes ni siquiera los toque. Y si por alguna razón los perjudica a ustedes, dile que lo encontraré para difamarlo también. Dos pueden jugar este juego, pero no seré yo quien lance la primera bomba.

—Pero Yoongi... podríamos demandarlo. Es mejor gastar en un abogado que en ese imbécil. Además, las ganancias bajaron. Si quieres, mi abogado puede tomar tu caso...

     Claro... ¿Quién querría tomar el caso de un chico que hace porno y está enojado porque revelaron su identidad?

     Exacto. NADIE.

—Ya déjalo, Kook. Simplemente haz lo que te digo. Podrás ser mi mejor amigo, pero aún soy tu jefe en esto. Y como buen jefe, sé lo que es mejor para todos. Hazlo.

—Pero... Yoongi...

—Cuídate, Jungkookie.

—Hyung imbécil, no te atrevas a colgarme...

—Hablaremos luego, no me llames hasta que yo lo haga —suspiré y colgué.

     Me tiré en la cama, rindiéndome ante las circunstancias tan demoledoras que me estaban acechando. Todo había terminado para mí. De pronto, al verme atacado por la idea de que recibiría odio públicamente y seguro el productor ya no me querría más en el estudio, mis ganas de recibir a Jimin se acabaron.

     La música y el porno eran lo único por lo que vivía, y ahora ambas cosas se estaban yendo a la mierda. Una cosa se derrumbó y se llevó arrastrando a la otra hasta el mismísimo infierno.

     Es decir, Jimin me fascinaba. Su cuerpo era fino y exquisito, su mente me parecía un misterio y sus labios sabían a cielo. Se veía mucho mejor en persona. Creo que es el bottom más hermoso que he elegido en todo mi historial de trabajo. Definitivamente tenía ganas de grabar muchas veces con él.

     ¿Pero para qué venía, si todo ya se había derrumbado por culpa de algún imbécil codicioso?

     Mientras odiaba a ese jodido bottom que se atrevió a revelar mi identidad, escuché mi teléfono timbrar.



Jimin

Toc toc, Chico Margarita.




     Entonces, dos toques en mi puerta.

     Estuve a punto de decirle que se fuera, que ya no podía con mi alma, que mi vida se estaba yendo a la mierda y no podía seguir con el porno por todos los problemas que me estaba acarreando, por más fantástico que fuera.

     Pero luego lo pensé dos veces más.

     Tal vez, sólo tal vez, él podría ser mi último bottom. Podría darle a Jungkook este último video y que lo publique como mi video de despedida. Ya hallaría la forma de pagarle a Jimin lo que le correspondía.

     Estábamos paralizados, mi equipo y yo. Nadie quería colaborar con el chico del porno, debido a este mundo lleno de prejuicios que me impedían vender mi material de calidad. Al paso que iba, no había forma de recuperarme de la caída.

     Lancé una moneda al aire. Cara, recibía a Jimin y grababa con él; y cruz... decirle que se fuera.

     Salió cara.

     Muy bien, un último bottom y ya.

     Después, adiós King Seegasm para siempre.

My Daisy Boy: a pornograph story || YOONMIN (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora