Veintiséis - Quizás no es tarde

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Millie miraba el inodoro, y el fondo lleno de una masa amarillenta con asco y lágrimas en los ojos. Cuatro semanas habían pasado y ella seguía igual. No dejaba de fumar, los vómitos eran cada vez más frecuentes, las cortadas igual, su cara estaba horrorosa igual que sus ojos y su pelo ya seco y desaliñado, ir al psicólogo no le ayudaba para nada y cada vez estaba más lejos de la sociedad.

Sus amigos aunque algunas veces le preguntaban si estaba bien parecían felices sin ella, ya que ahora solo había un grupo, y era como si Millie no estuviera ahí metida.

Salió del cubículo del baño del instituto para asegurarse que nadie estaba mirando y tiró de la válvula.

Después se fue camino al comedor donde todos estaban comiendo.

-¡Millie! Te he guardado un sitio, le gritó Sadie al lado de Finn desde una mesa que enrealidad eran dos mesas juntadas por lo grande que se había convertido el grupo. Al menos Millie se alegró (o al menos eso intentaba) de que su mejor amiga siguiera acordándose de ella.

Al sentarse y poner un poco de atención de dió cuenta de que estaban hablando del baile de primavera, el baile sería dentro de un mes, estaban hablando de los trajes que pensarían llevar, de la decoración, y de más cosas que Millie ni si quiera quiso escuchar.

-Yo llevaré un vestido celeste.- Dijo animadamente Lilia, después miró a Millie.- ¿Y tú Millie?- Preguntó, Millie se encogió en su asiento.

-Yo...No lo sé- Balbuceó. Lilia puso una cara de desagrado.

-Vamos Millie, ahora dime, ¿Que te ocurre? Todo el tiempo con esa mirada de asco, de inseguridad, ¿Que te pasa con nostros, acaso ya no te caemos bien?- Preguntó enfadada. Todo estuvo en un silencio sepulcral. Millie no sabía que responder, pero estaba harta de que no le dejarán de preguntar si estaba bien, de que se metieran en su vida ¿Acaso no tienen ellos una? Dios, no podía más, iba a decir en alto lo que pensaba.

-Aggh, ¿Acaso te importa?- Soltó entrecerrando los ojos. Lilia se tensó.- Estoy harta de que me critiqueis a mis espaldas ¿Os creéis que no me doy cuenta? Si, soy una borde y no me siento cómoda ¿Y qué? ¿No puedes dejarlo estar y ya? ¿Tanto te interesa mi vida?- Dijo cruzada de brazos y levemente acostada en su asiento. Lilia abrió la boca de la impresión, Millie nunca le había hablado así ¿Que le estaba pasando?

- Entiendo que la muerte de tus padres te haya afectado, pero tampoco es razón para tomarla con nostros, además, también estabas así antes de que tus padres se fueran.- Reprochó ella enfadada. Millie se incorporó y se levantó del asiento.

-¿Acaso he nombrado a mis padres? Que ellos murieran no tiene nada que ver, simplemente me dais asco, todos.- Dijo con una expresión totalmente seria y finalmente se fue. Todos quedaron con los ojos como platos y Lilia con los ojos levemente cristalizados al igual que Sadie. ¿Donde estaba la amiga que ayudaba a todo el mundo, a la que le encantaba sonreír y que nunca hacia daño a nadie? Nadie entendía por qué ese cambio de actitud.

[...]

Sadie tocó el timbre del orfanato, la dejaron entrar fácilmente y preguntó por su mejor amiga.

Al entrar en ese cuarto con cuatro camas, vio que solo en una había una persona, era Millie.

-Millie.- La llamó sentandose en el borde de la cama. Millie se encontraba de lado con medio cuerpo tapado por la manta usando sus manos como segunda almohada apoyando su cabeza en estas, su cara estaba roja y sus mejillas parecían tener agua seca de lágrimas. Su mirada estaba perdida, sus pupilas dilatadas no emitían ninguna clase de brillo, sus ojos parecían vacíos.

-¿A qué has venido?- Preguntó la castaña con una voz robótica.

- Millie, no vengo a regañarte, vengo a pedirte perdón.- Millie la miró levantando la cabeza.- Perdón por ser tan mala amiga y no darme cuenta de lo mal que estás, la que hablaba en el comedor no parecías tu, no parecía la Millie que todo el mundo amaba. Todos están preocupados, yo estoy preocupada.- Millie se sentó mirándola fijamente, Sadie la tomó de las manos.- Esta vez intentaré entenderte, estaré a tu lado pase lo que pase, quiero que vuelvas a ser la de antes.-

-¿Lo prometes?- Dijo Millie con una lágrima en la mejilla.

-Lo prometo.- Dijo la pelirroja de la misma manera.

Las dos se dieron un abrazo llorando, quizás todavía no era tarde para salvar a Millie, a la verdadera Millie.

 BAD   LIFE   ► Millie Bobby Brown ◄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora