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Capitulo 27

C A P Í T U L O 27

¿Me quieres?

La culpabilidad y las ganas de querer soltarlo todo de una vez no me dejaban respirar. Sentía como una cuerda se tensaba en mi cuello para en cualquier momento llegar a ahorcarme. No podía más.

Me senté en el sofá y por primera vez no fui capaz de llorar, ya no me quedaban lágrimas. Estas situaciones me superan, escuchar a Hero pedir una oportunidad me dolía, porque en el fondo sé que quiero dársela pero que nunca duraría esto.

Lo quiero. Pero no sé si es suficiente.

Salgo de mi trance en cuanto mi móvil empieza a sonar. Es Samuel.

—Heyy, Jo. Hoy, fiesta, en mi casa ¿te apuntas?—me dice nada más contestar

—¿Una fiesta?—pregunto confundida

—Exacto, a las 9–me dice

—¿Qué celebramos?—pregunto

—Nada en especial, es sábado y queríamos pasar un rato. Venga, apúntate

—No creo estar de humor...—digo con voz suave y cada vez más baja.

—¿Es por lo de James?—me pregunta algo más serio

—Quiero presentarte a unos amigos y además, te irá bien distraerte—añade

—No se...—digo no muy convencida

—Piénsalo al menos!

—Está bien lo pensaré—termino diciendo sin estar del todo convencida.

—Espero verte!!—dice y cuelga.

No quiero hacerle el feo a nadie, pero no estoy para fiestas. Tampoco es como para deprimirme, pero tampoco para salir y reírme. No estoy en mi mejor momento, pero si creo que debería distraerme. A lo mejor me viene bien ese rato.

Después de darle vueltas, decido ir.

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A las 8:40 ya estaba arreglada con un vestido azul marino ajustado, unos tacones del mismo color y un pequeño bolso negro. Me recogí el pelo en una coleta, cogí el móvil y las llaves y salí de mi casa.

La casa de Samuel estaba a 20 minutos en coche de mi casa. Y como era de esperar a las 9:15 ya estaba allí, luciendo mi nuevo Nissan Micra K13 blanco de segunda mano.

—Me alegro de verte—me dice Samuel nada más abrirme  la puerta.

—Aún no sé si hice bien en venir—digo dándole un abrazo.

—Lo siento, Jo—me dice al separarse de mi

—¿Por qué te disculpas?—digo entrando a la la casa.

Según entro mis ojos se fijan en una sola persona. Hero estaba allí.

—Pensé que no iba a venir, yo...—empieza a decir